Medio centenar de palestinos, al menos diez de ellos civiles, y dos soldados hebreos murieron como consecuencia de una nueva ofensiva militar por tierra y aire en el norte de Gaza llevada a cabo por Israel para combatir los disparos de misiles contra su territorio.
La violenta acción israelí fue considerada por el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, como "más grave que el Holocausto".
Por su parte, milicianos de las organizaciones Hamas y Jihad Islámica se adjudicaron los lanzamientos de cohetes y proyectiles de mortero contra las localidades cercanas del sur de Israel: más de 50 misiles cayeron en la ciudad de Ashkelon, a 10 kilómetros de Gaza,  y sus alrededores, donde seis civiles y cinco soldados sufrieron heridas.
La región fue sacudida por la ofensiva más importante encarada por Israel desde que comenzó el año. La escalada de violencia recrudeció desde el miércoles, cuando un israelí falleció al ser alcanzado por cohete Kassam palestino. En los últimos cuatro días, el número de muertes llegó a 80.
Los enfrentamientos hacen peligrar cada vez más las conversaciones de paz iniciadas en noviembre del año pasado bajo el patrocinio estadounidense. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, visitará la región la semana próxima para fomentar las negociaciones, en vistas a lograr un acuerdo a fines de este año.
El gobierno israelí había ordenado ayer que tropas y tanques se dispusieran a pocos kilómetros de la frontera con Gaza, lo que presagió el conflicto de hoy.
El ministro de Defensa, Ehud Barak, dijo en su momento que Israel "no tiene miedo" de decidir una ofensiva a gran escala sobre Gaza, como "solución" para detener los misiles que Hamas dispara a diario sobre la región fronteriza, y que el miércoles causaron la muerte a un hombre.
"Están llevando al límite la paciencia. Estamos en el medio de la guerra; nos golpean y golpeamos aún más fuerte", había expresado el primer ministro israelí Ehud Olmert, tras reunirse en Japón con Rice.
En tanto, el viceministro de Defensa Matan Vilnai reiteró que si los ataques desde Gaza no cesan, los israelíes usarán "toda su fuerza para defenderse". Este domingo el gabinete del primer ministro se reunirá para analizar la opción de una operación a gran escala, como piden varios integrantes.
Durante el viernes, Vilnai se animó a utilizar la palabra "holocausto" para explicar que responderán con "todas las fuerzas" si se intensifican los lanzamientos de misiles Kassam.
Por su parte, un vocero militar citado por la prensa israelí reiteró que los civiles no son el objeto de los ataques: "Los blancos son los puntos desde donde son disparados o fabricados los cohetes contra Israel, el Ejército no es responsable si este tipo de actividades se realizan junto a civiles", sostuvo.
Sin embargo, los militares israelíes mataron el jueves a cinco niños que jugaban al fútbol en Gaza, mientras que hoy las víctimas civiles fueron diez.
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