Agencia AJN.- La DAIA reunió hoy a más de 90 referentes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y a presidentes de instituciones adheridas, con el objetivo de conmemorar el 30° aniversario del atentado perpetrado contra la sede de la AMIA-DAIA.

En el inicio de la ceremonia, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, recordó el ataque contra la Embajada de Israel en la Argentina en 1992, y afirmó que «seguramente porque hubo un acto terrorista dos años antes que no tuvo justicia, pasó lo que pasó en 1994». Asimismo, valoró que «en la Ciudad de Buenos Aires tenemos un espíritu y una idea de convivencia que es distinta al resto de las ciudades del mundo».

Por su parte, la vicejefa del Gobierno porteño, Clara Muzzio, señaló que «estamos en este lugar cargado de historia y memoria, recordando un atentado que no fue contra la AMIA o la comunidad judía, sino contra todos los argentinos». «Este es un lugar que con esfuerzo se volvió a construir y que hoy es un símbolo de la lucha constante contra el terrorismo, que no solamente nos golpeó hace 30 años, sino que hoy lo sigue haciendo», finalizó Muzzio.

A su turno, el Jefe de Gabinete porteño, Néstor  Grindetti, destacó que «hay que recordar para no volver a cometer los mismos errores», e hizo votos para que «así como estamos todos juntos acá, estemos todos juntos en la política y dejemos definitivamente el odio de lado».

El ministro de Salud, Fernán Quirós, consideró que llegar a la AMIA-DAIA «es muy conmovedor porque uno siente tanto dolor y tanto daño», y agregó que «el odio va a terminar cuando todos sintamos que alguien nos respeta, nos incluye y que somos parte de algo más grande que es el respeto por la vida».

El titular de la cartera de Seguridad, Waldo Wolff, recordó que «no hay ningún otro colectivo en el mundo cuyos ámbitos sociales y cívicos tengan que activar la seguridad en las condiciones que lo hacemos nosotros, y esta es la prueba cabal de que somos un pueblo de paz».

El Fiscal General de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques, aseguró que «nos sorprendió para mal que se promovieran persecuciones por igual, por crímenes contra la humanidad, a máximas autoridades del Estado de Israel y a líderes de organizaciones terroristas como Hamás, por parte de la Corte Penal Internacional».

Asimismo, el ministro de Desarrollo Económico, Roberto García Moritán, sostuvo que «la más injusta de todas las desigualdades es que haya gente que tenga que vivir con miedo» y coincidió en que «este fue un atentado contra todos los argentinos».

El Procurador General de la Ciudad, Martín Ocampo, celebró «cómo las instituciones de la comunidad judía siguen día a día en el camino de la construcción de una sociedad más justa, donde todos nos podamos reconocer».

La ministra de Cultura, Gabriela Ricardes, agradeció por «este momento de reflexión en comunidad», y señaló que «en este país, con una sanísima integración de las comunidades, no podemos dar por sentado nada. Viendo lo que pasó el 7 de octubre y la ola de antisemitismo feroz que está ocurriendo en el mundo, no podemos pensar que esta comunión que tenemos va a ser siempre así,  hay que trabajar todos los días para construirla».

Mónica Freda, Síndica General de la Ciudad, subrayó que «como ciudadana, no sólo en el rol que cumplo hoy, quiero justicia» y agregó que «todos los argentinos nos merecemos vivir en paz»

Durante el encuentro moderado por el director ejecutivo de la DAIA, Víctor Garelik, legisladores de todas las fuerzas políticas, dirigentes de la comunidad judía, e integrantes del Consejo Directivo de la DAIA, expresaron su condena al terrorismo, ratificaron el pedido de justicia, y firmaron una declaración contra este flagelo que azota a distintos países y del cual la Argentina fue víctima en dos ocasiones.

Texto completo de la Declaración:

Consustanciados con el 30° aniversario del atentado perpetrado contra la sede de la AMIA-DAIA, los abajo firmantes condenamos el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.

En este acto recordamos a las víctimas del ataque terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994. A sus familiares, les expresamos nuestro respeto y apoyo para que puedan seguir sobrellevando las irreparables pérdidas y reconocemos en ellos la importante tarea que desempeñan para mantener viva la memoria y el reclamo de justicia.

Debemos tomar cabal consciencia del peligro que las organizaciones terroristas representan para las instituciones de la República, la democracia y nuestros valores vinculados con el respeto de la libertad, la paz y la seguridad.

Nos comprometemos a seguir trabajando en contra del antisemitismo, todo mensaje de odio, para garantizar el respeto por los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de derecho.