Los incidentes de la noche del miércoles (primera del Ion Kipur) entre judíos y árabes en la ciudad de Acre dejaron como saldo una fuerte polémica entre legisladores árabe israelíes y judíos, acerca de quien ejerció violencia sobre quien.
“La policía se muestra impotente frente a la discriminación en el tratamiento del asalto a los residentes árabes”, manifestó Tibi.
Los disturbios estallaron cuando un residente árabe manejaba su auto en un barrio judío y fue agredido por jóvenes que interpretaron que estaba haciendo ruido a propósito como una forma de provocar en la primera  noche del Ion Kipur.
En el día del Perdón los judíos observan ayuno y se abstienen de manejar sus autos.
Tras la agresión, aparentemente sin consecuencias físicas para el conductor del auto, grupos de residentes de origen árabe salieron a la calle y protagonizaron desmanes donde resultaron atacados comercios y casas de judíos.
Hubo también agresiones de grupos judíos y la policía intervino con una fuerte acción represiva para frenar los incidentes. 
El diputado árabe israelí Mohammed Barakeh (Hadash) dijo que el incidente tuvo menos que ver con el Ion Kipur que con una deliberada “escalada de discurso racista” de parte de Israel antes de las elecciones municipales del próximo mes.
"Vemos un gran peligro en estos ataques. Son similares a los pogromos a los que los judíos fueron expuestos en las manos de las bandas nazis en Alemania", dijo a los periodistas Barakeh.
Barakeh sostuvo que los policías "dispararon balas de goma y gases lacrimógenos" para impedir que los árabes defendieran sus hogares, a lo que portavoz de la policía, Mickey Rosenfeld, respondió que se utilizaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para dispersar a los revoltosos, no balas de goma.
Por su parte, el diputado judío israelí Yossi Beilin (Meretz) se quejó de que ocho años después de la intimada, “nada se ha hecho para aplicar las recomendaciones” de la Comisión que estudió el caso y realizó sugerencias para impedir nuevos enfrentamientos.
"Estamos sentados en un barril de explosivos, y cada vez nos sorprende de nuevo cuando la tensión explota, en lugar de hacer un verdadero esfuerzo para detenerlo", añadió Beilin.
Para el legislador Yuval Steinitz (Likud) deberían renunciar el ministro de Seguridad Pública, Avi Dichter y el comisionado de policía por los incidentes.
“El estado de Israel se ha convertido en el único país en el mundo occidental donde los progromos se llevan a cabo en contra de judíos, con daño físico a ellos y sus bienes y cantos  de ‘muerte a los judíos’”, agregó.
Steinitz también afirmó que “la fuerza de policía es incapaz de proteger las necesidades de los barrios judíos.
Para el diputado Eliyahu Gabbay (Unidad Nacional-PNR), "una y otra vez judíos en ciudades mixtas y en las ciudades adyacentes a las aldeas árabes se ven perseguidos, son víctimas de la violencia por parte de los árabes israelíes, alimentada por el nacionalismo árabe y el fanatismo islámico y con el aliento y la incitación de los dirigentes árabes israelíes ".
 "El liderazgo de Israel tiene que despertar, recuperar su compostura y empezar a proteger a sus ciudadanos judíos con las acciones, no sólo palabras," Gabbay llegó a decir.  "Muchos judíos que viven en ciudades mixtas sienten que viven en la Diáspora. El gobierno tiene que emplear todas las medidas para restablecer la seguridad a los ciudadanos judíos".
HJP