Agencia AJN.- Un ex subjefe de Policía de la ciudad de Kent, en Washington, que fue sancionado por tener un símbolo nazi en su puerta y hacer bromas sobre la Shoá recibirá más de 1,5 millones de dólares del municipio para que renuncie, informaron medios locales.

Derek Kammerzell había publicado el rango de un oficial superior de las SS nazis, el de un Obergruppenführer, en la puerta de su oficina y se presentó una denuncia en su contra, según el Seattle Times, que informó sobre el asunto en enero de 2022.

En su defensa, Kammerzell había afirmado que el rango lo había tomado de un personaje de la serie de televisión Man in the High Castle, pero una investigación dijo que eso no era creíble, según el periódico.

Una investigación también reveló que Kammerzell se había afeitado el vello facial como el bigote de Hitler, realizó lo que parecía ser el saludo nazi de «Heil Hitler» e hizo bromas sobre la Shoá, según el Times.

Originalmente se le dio una suspensión de dos semanas sin goce de sueldo porque publicar la insignia violaba las políticas de la ciudad. Sin embargo, el clamor contra un castigo aparentemente indulgente hizo que el policía fuera puesto en licencia administrativa y la ciudad le pidiera su renuncia. Pero la ciudad no pudo simplemente despedirlo.

“Cuando lo pusieron de licencia declaramos que no volvería a trabajar”, ​​dijo la ciudad, según el medio de comunicación local KIRO 7. “También notamos que, según las leyes federales y estatales, la ciudad no podía despedir al subjefe o cambiar la sanción disciplinaria impuesta en base a los principios de doble enjuiciamiento. Como resultado, notamos que su renuncia tendría un alto costo para la ciudad”.

Además, si la ciudad hubiera decidido simplemente despedir a Kammerzell, probablemente habría podido usar el arbitraje para recuperar su trabajo, con salarios atrasados, como resultado de las leyes laborales federales y estatales, informó el Seattle Times.

La única opción que tenía la ciudad era conformarse con «comprar» esencialmente su renuncia.

Originalmente, Kammerzell pidió más de 3 millones de dólares, pero según KIRO 7, finalmente la ciudad logró que se conformara con 1.520.000 dólares.

“Si bien esta es una suma sustancial, creemos firmemente que resolver este asunto será un paso sustancial para cumplir con nuestro compromiso con la comunidad y continuar con el excelente trabajo que está haciendo el departamento de policía”, dijo la ciudad, según medios locales.

Asimismo, el terrorista que mató a 10 personas e hirió a tres en un tiroteo masivo en Buffalo el mes pasado es un «nacionalsocialista» antisemita.

El manifiesto del tirador, de 180 páginas, detalla sus posiciones ideológicas y consideraciones tácticas para el ataque mortal.

El pistolero explicó que si bien los judíos serían el verdadero problema que preocupa a Estados Unidos, había optado por atacar a inmigrantes y negros para evitar su impacto en el país. Si bien deseaba atacar a más grupos raciales, dijo que solo podía elegir uno.

El tirador enfatizó que no es un enfermo mental y reconoció que estaba realizando un acto de terrorismo. En el pasado reconoce que oscilaba ideológicamente de extremo a extremo, como del comunismo al fascismo. Afirma haberse radicalizado a través de Internet.

La semana previa, Michael Bivins, un periodista independiente de Portland, Oregon, fue acusado de dos cargos de conducta delictiva por sus actos de vandalismo en sinagogas.

Bivins está acusado de romper una ventana de la Congregación Shir Tikva el 30 de abril, arrojar una piedra a través de una ventana y rociar un graffiti antisemita en la Congregación Beth Israel el 2 y el 4 de mayo, y prender fuego al Centro Comunitario Musulmán el 3 de mayo, un día después de Eid al-Fitr.