”Incluso si Irán se retirase del tratado de no proliferación hoy en día, la probabilidad de que la República Islámica creará una sola arma nuclear en un futuro cercano es baja”, dijo el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Mohammed ElBaradei, y agregó:

"Ellos no tienen siquiera los materiales nucleares ni la materia prima enriquecida para desarrollar un arma nuclear aún si deciden hacerlo”, cita el diario israelí Yediot Aharonot. 

Mientras tanto, diplomáticos de alto rango de seis potencias mundiales discutieron la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Irán sobre su programa nuclear, pero no lograron llegar a un consenso sobre la manera de proceder para concretarlas, revelaron fuentes norteamericanas a la prensa local.

Según información oficial, las conversaciones de alto nivel entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU – Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos – junto con Alemania, llegaron después de que China redujera las objeciones a las consultas y diera vía libre al debate, que mantuvo bloqueado por el término de dos semanas, en represalia por la venta de armas de EE.UU. a Taiwán.

Estados Unidos estuvo tratando de organizar una nueva conferencia desde comienzo del mes después de que el Consejo de Seguridad, a finales de septiembre, aprobó una nueva resolución reafirmando tres rondas anteriores de sanciones sobre Irán, pero sin imponer nuevas sanciones, tal como esperaban EE.UU. y sus aliados europeos.

Por su parte, Robert Word, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU, afirmó que “los diplomáticos siguen comprometidos con la doble estrategia y se mantendrán en estrecho contacto sobre la evolución en los próximos días y semanas". 

La llamada “doble estrategia” es el elemento principal de una campaña de presión para persuadir a Irán a renunciar a partes de su programa nuclear. En su llamamiento, le ofrecen incentivos para que detengan el enriquecimiento de uranio.

SJS