Agencia AJN.- Las elecciones en la capital de Israel parecen estar abiertas y todo indica que habrá segunda vuelta.

En toda la capital, los candidatos buscaron hasta el último momento sumar votantes indecisos en un último esfuerzo por ganar votos adicionales.

Mientras tanto, en Jerusalem oriental, los residentes árabes de la ciudad defendieron en gran medida un boicot para votar por el municipio.

En algunos vecindarios árabes varios cientos de personas acudieron a votar el martes por la mañana. Sin embargo, en otros vecindarios, solo unas pocas docenas de votos se emitieron, según cifras no oficiales.

Cuando comenzó la votación, Moshe Lion, respaldado por las facciones ultraortodoxas, recibió la atención en las redes sociales por la fuente anormalmente grande en su boleto en comparación con sus rivales.

Lion recibió y compartió fotos de rabinos que lo apoyaron en su campaña.

El candidato a la alcaldía de Hitorerut, Ofer Berkovitch, fue fotografiado con una pancarta que exhortaba a los estudiantes: «Uno debe ganar con honestidad y perder con honor”.

En bocas de urna aparentemente los votantes están divididos como siempre, entre las líneas religiosas y comunales, para escoger al nuevo alcalde.

Junto con Lion y Berkovitch, el ministro de Asuntos de Jerusalem, Ze’ev Elkin, del gobernante partido Likud, el teniente de alcalde ultraortodoxo de Jerusalén, Yossi Deitch, y el poco conocido Avi Salman también estaban en la carrera por ser el nuevo alcalde.

Un solo candidato debe ganar el 40 por ciento de los votos para ser declarado alcalde. Si ninguno de los candidatos alcanza la cantidad necesaria, se realizará una segunda vuelta el 13 de noviembre entre los dos candidatos con más votos.