Agencia AJN.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, condenó hoy la «incitación» política para asesinarlo a él y a su familia durante un discurso brindado en la Knesset, parlamento israelí, en conmemoración del 25 aniversario del asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin.

A la sesión especial asistieron también el presidente Reuven Rivlin, el vicepresidente de la Corte Suprema, el juez Hanan Meltzer, el presidente de la Agencia Judía, Isaac Herzog, y representantes de la línea política de Rabin. El acto comenzó con un minuto de silencio en memoria del ex primer ministro, cuando en el salón de plenos estuvieron 60 legisladores.

Una serie de servicios conmemorativos, significativamente reducidos este año debido al coronavirus, se llevan a cabo en todo el país para conmemorar el aniversario del asesinato político que sacudió a Israel en 1995. Pero si duda, la declaración del Premier israelí hizo desviar el foco de la atención.

«En este día conmemoramos a Yitzhak Rabin, un amante del país, un patriota, un líder. Desde la Guerra de la Independencia hasta la Guerra de los Seis Días, en la que comandó las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) que liberaron Jerusalem, a través de su mandato como embajador de Israel en Washington hasta el día de hoy. Este último, sus derechos merecen un profundo respeto por parte de todos los ciudadanos del país», comenzó su mensaje.

Netanyahu indicó que «ha pasado un cuarto de siglo, 25 años desde el horrible asesinato». «Conocimos desastres nacionales cuando los fanáticos desenfrenados hicieron justicia a mano propia. Si permitimos que las personas marginadas hagan lo mismo hoy, nos encontraremos una vez más al borde de la extinción. Todos debemos condenar enérgicamente la violencia política».

«La ciudad no fue ni será un sustituto de la decisión del pueblo en las urnas. Esta decisión se logra en un estado democrático mediante un debate agudo y la persuasión del pueblo desde la Knesset y la plataforma mediática. La democracia depende de que los medios no presenten una opinión unánime», dijo el primer ministro en su discurso.

«Mientras las redes sociales permitan la libertad de expresión de aquellos cuyas voces son silenciadas en los medios, hacen un importante aporte a la democracia», sostuvo. «Pero incluso en las redes sociales, debemos asegurarnos de no cruzar las líneas rojas, no debe haber incitación al asesinato y la violencia de ningún lado», pidió Netanyahu.

En este contexto remarcó: “Hace veinticinco años, unas semanas después del asesinato criminal, dije aquí en la Knesset que la base de cualquier sociedad democrática libre es el debate público agudo sobre temas de la agenda pública». «Hoy hay una incitación explícita contra el primer ministro y su familia en las noticias de la mañana, y aquí casi nadie compensa», insistió.

En respuesta, el miembro de la Knesset Yair Golan pidió llamadas provisionales hacia el primer ministro. El secretario de Defensa, Benny Gantz, estuvo ausente en la audiencia porque tuvo que recibir al secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Asper, quien aterrizó en el aeropuerto Ben Gurion.

También se llevó a cabo un servicio conmemorativo estatal en la mañana en la residencia del presidente en Jerusalem, que encabezó Rivlin junto al ministro de Defensa Benny Gantz.

«El asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin fue un asesinato político», dijo Rivlin durante la ceremonia. “El despreciable asesino del primer ministro pensó que tenía legitimidad para eliminar la existencia de un desacuerdo político agudo y profundo.

«Yo estaba en el lado opuesto del debate político. Como yo, había muchos otros. Y la mayoría de nosotros, convencidos hasta la médula de la rectitud de nuestro camino, no podíamos imaginar ni por un momento el escenario de horror al que llegaríamos en este lucha ideológica», agregó.

Anteriormente, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, el Teniente General. Aviv Kochavi envió una carta a los soldados en honor a Rabin. «La confusión y la sensación de dolor llegaron a todas las casas del país después del asesinato», dijo Kochavi.

Rabin, uno de los arquitectos clave de los Acuerdos de Oslo fue asesinado el 4 de noviembre de 1995, después de una manifestación en la Plaza de los Reyes de Israel en Tel Aviv, que pasó a llamarse Plaza Rabin después de su muerte.
Fue asesinado a tiros por Yigal Amir, un radical de extrema derecha que se opone al tratado con los palestinos.

Si bien millones se manifestaron en apoyo del acuerdo, otros se opusieron a cualquier tipo de acuerdo con la Organización de Liberación de Palestina, responsable de una serie de ataques terroristas en ese momento.
En 1994, el trabajo de Rabin hacia la paz entre israelíes y palestinos le valió el Premio Nobel de la Paz, que compartió con el jefe de la OLP, Yassir Arafat, y Shimon Peres, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Israel.

La muerte de Rabin, que se produjo en uno de los momentos cruciales del proceso de paz entre israelíes y palestinos, provocó conmociones tanto en Israel como en el mundo, y cientos de miles se unieron al duelo.
Los líderes mundiales, incluido el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, asistieron a su funeral de estado en Mount Herzl en Jerusalem.