Galeano, al ampliar su declaración indagatoria en el juicio oral en el que se encuentra acusado por presunto encubrimiento, derivado de la causa principal, repartió culpas entre los entonces integrantes de la Corte Suprema, la SIDE y el Gobierno de Carlos Menem, por las dificultades que tuvo para llevar adelante la investigación.

«Yo pude haberme equivocado, pero no soy un delincuente», enfatizó Galeano, quien hizo hincapié en reclamar ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) «que se reabran las causas que se cerraron aprovechando un fallo ridículo», en alusión al frustrado juicio oral en el que los miembros de la llamada «conexión local» fueron absueltos por presuntas deficiencias en la investigación.

Apuntó en ese sentido contra el reducidor de automoviles robados Carlos Alberto Telleldín, como miembro de una cadena de corrupción junto a los policías bonaerenses, y en ese sentido enfatizó que «si la Brigada de Lanús hubiera actuado en el marco de la ley» aquel «jamás hubiera podido entregar la Trafic el 10 de julio de 1994», ya que antes de esta fecha se encontraba preso.

«Nada de esto de los que ocurrió hubiera pasado, por lo menos de la forma en que ocurrió», especuló.

El extitular del Juzgado Federal 9 defendió lo hecho durante la investigación, a la vez que denunció «injerencias políticas» en la misma.

En tanto, reconoció que el expresidente Menem «estaba a favor» de la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán el 25 de julio de ese año, cuando se reunió con él en la Quinta de Olivos, a días del atentado que cobró la vida de 85 personas, en su mayoría empleados de la mutual judía.

Respecto de ese encuentro en Olivos, aclaró que también participó a instancias de Menem en la reunión de gabinete y que algunos ministros estaban en contra de la ruptura de relaciones.

Galeano rememoró además el enfrentamiento que mantuvo con Cristina Kirchner, cuando la exmandataria encabezó la Comisión bicameral de seguimiento de los atentados de la Embajada de Israel y la AMIA, quien -según dijo- sostenía que los explosivos utilizados para el ataque habían sido colocados en el volquete ubicado en la puerta de la calle Pasteur al 600, y que luego se conocería como «la Pista Siria».

«Esta señora quería demostrar que los explosivos se pusieron en el volquete para salir corriendo a Constitución, a ver a Kanore Edul o a Menem», especuló Galeano al ratificar en todo momento que, según su investigación, el atentado fue cometido por el grupo terrorista Hezbollah, un brazo armado vinculado con Irán.

En el primer tramo de su declaración cargó contra los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner, al asegurar que fue «también de los primeros jueces en recibir presiones de la Presidencia K».

Denunció en ese sentido, que el gobierno kirchnerista intentó «salvar a Irán a pedido de Venezuela» y que hubo una «utilización espúrea del atentado a la AMIA».

Néstor y Cristina «hicieron lo imposible por sacarme de la Magistratura, descubrí el desprecio que los Kirchner sienten por los jueces que no se arrodillaban ante ellos. No lo hice ni con ellos ni con nadie», apuntó.

Dijo también que fue «el primero que investigó a la Policía Federal de Kirchner en sus manejos extraños en el Hospital Churruca» y quien descubrió «que los intereses del dinero de la Provincia de Santa Cruz se depositaban en una cuenta particular del presidente Kirchner y se hacían giros como si se tratara de fondos particulares».

«Cristina -deslizó Galeano- tenía razón sólo en una cosa: el caso AMIA es político y sin lugar a dudas lo aprovechó para hacer política lejos de la verdad y lo jurídico».

Por otra parte, negó que hubiera desestimado la pista iraní en los primeros días de la investigación como «la más importante», ya que lo único que se había aportado era una fotografía que había tomado un agente de la SIDE, al clérigo iraní Moshen Rabbani, cuando intentaba comprar una camioneta.

«Decir que esta era la pista mas importante que tenía el tribunal en ese momento es absolutamente falso», aseguró Galeano.