AJN.- Dieciséis estudiantes de 15 a 17 años de ORT Argentina, México, España e Israel participaron del 2 al 5 de julio en el Encuentro Interreligioso de Ciudadanía que la Fundación Scholas Occurrentes, el Instituto Truman por la Paz y la Universidad Hebrea de Jerusalem llevaron a cabo en la ciudad universitaria de esta última, sita en el monte Scopus de la capital israelí.

El mismo congregó a setenta jóvenes [foto] de los cinco continentes, de religión judía, cristiana e islámica, con pares israelíes y palestinos y se realizó paralelamente al III Congreso Internacional de Cátedras Scholas, con el cual compartió el lema “Entre la universidad y la escuela. Construyendo la paz a través de la cultura del encuentro” y un par de actividades, incluida la ceremonia de cierre, que incluyó un motivador mensaje del papa Francisco, quien resaltó la gran participación de chicos y su compromiso con dar esperanzas de paz al mundo, y la plantación de un olivo alusivo en el Instituto Truman.

Por la Argentina viajaron Milena Feferovich, Nahuel Rudman, Rosario Ragaglia, Dylan Szriber y Nathalie Kolodny, acompañados por la coordinadora de Inglés, Patricia Brezca.

Los organizadores del evento explicaron que la Universidad Hebrea y Scholas se unieron en respuesta a la convocatoria del Papa para crear una cultura del encuentro entre los jóvenes que conjugue la sabiduría de la primera con la intuición y experiencia de la Fundación, con el objetivo que los participantes la vivencien a través de la confraternidad y de actividades lúdicas, intelectuales y artísticas, reflexionen y desarrollen un proyecto para extender esa visión a otros pares.

El domingo 2 de julio la jornada se tituló “Expresando nuestros sueños” e incluyó una invitación a los académicos a “pintar líneas irracionales” para iniciar una obra de arte en común, un espacio de reflexión sobre los sueños de cada estudiante basados en sus preocupaciones personales y sociales, un taller de “diálogo interreligioso por un mundo mejor” y el compartir una costumbre o juego típico de la cultura de alguno de los participantes.

El lunes y el martes la consigna fue “Haciendo a partir de esos sueños” y hubo una presentación del trabajo del día anterior ante los académicos del congreso, cada estudiante fue invitado a compartir frente a los demás una canción, vestimenta, juego, baile o comida característico de su cultura, se dividieron en cuatro grupos de pintores, músicos o poetas acompañados de artistas y tutores, un espacio de diálogo sobre cómo transformar la utopía en un proyecto social, una conversación con un premio Nobel de la Paz en conjunto con los intelectuales, la creación de una vestimenta común que reúna la de todos, otra actividad con los académicos, un taller de emprendimiento social para retribuir a la sociedad, una reunión para definir el contenido y la metodología de un proyecto anual para cumplir un sueño común y una celebración con una costumbre creada por los participantes.

Finalmente, el miércoles 5 de julio la propuesta fue “Tener una creación que es de todos”, en el marco de la cual crearon otra vestimenta común que reunió las de los participantes, terminaron de delinear el proyecto anual, contaron lo vivido y presentaron sus creaciones artísticas y la iniciativa social en el acto de cierre del congreso internacional.

Éste contó con la presencia de referentes mundiales de la educación, personalidades del mundo religioso, diplomático y gubernamental, incluidos rectores o delegados de las argentinas universidades Tecnológica Nacional, Austral, Católica, del Norte Santo Tomás de Aquino y de Buenos Aires.

También hubo representantes latinoamericanos de Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, España, México, Paraguay y República Dominicana, además de Albania, Congo, Estados Unidos, Irak, Italia, Japón y Nigeria.

Las Cátedras Scholas son puntos de reflexión y acción conectados en una gran red, en la cual cada sujeto (profesores, investigadores y estudiantes) se enriquece en el encuentro con el otro a través de vínculos que se desarrollan entre las distintas universidades y escuelas y apuntan a apoyar proyectos educativos y sociales, la comunicación de contenidos entre ellas a través de metodologías activas y motivadoras, la investigación sobre determinados temas y la sensibilización e inserción en las políticas públicas, con la promoción de actividades de difusión, comunicación y formación en los valores de la cultura del encuentro, explicó la organización.

Los ejes del congreso son: contaminación y cambio climático, deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social, e inequidad planetaria, y el objetivo final de las exposiciones fue generar una cooperación concreta sobre experiencias y casos de estudio exitosos que puedan servir como modelos para aplicar en distintas realidades.

En ese contexto y tras la ceremonia de apertura hubo un espectáculo titulado “El trazo inicial”, la presentación del estado actual de las Cátedras Scholas y del programa Scholas Ciudadanía, una mesa redonda sobre los desafíos de la investigación académica para la construcción de la paz y el taller “El trabajo interreligioso e intercultural para la construcción de paz”.

El lunes 3 de julio hubo espacios de reflexión sobre “El trabajo en torno a la crisis social de migrantes/ refugiados” y “El trabajo para el desarrollo sostenible” y el panel “Constructores de paz locales a través del diálogo interreligioso e intercultural”.

Y al día siguiente se hizo la mesa redonda “Programa Cátedras Scholas y responsabilidad social universitaria. Repensando la cooperación entre ONG, escuelas y universidades”, hubo testimonios de “constructores de paz” internacionales, talleres sobre “Experiencias de construcción de paz a través del arte, deporte y tecnología” y “Proyectos de investigación en el marco de las Cátedras Scholas”, con un debate interactivo con participantes que sigan el congreso de manera virtual, y un acto de clausura académico con un anticipo de los próximos pasos del programa.