La Confraternidad Argentina Judeo Cristiana reclamó este jueves a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a los productores agropecuarios, en huelga desde hace más de dos semanas, que confluyan en un “diálogo profundo y sincero” para poner fin al conflicto que derivó en protestas sociales e incidentes.
Al mismo tiempo, pidió a los argentinos “sensatez, cordura, equilibrio y justicia”, luego de los incidentes que, por segundo día consecutivo, protagonizaron durante la noche de ayer militantes adherentes al Gobierno y manifestantes contrarios a la política impositiva que protestaron en la tradicional Plaza de Mayo golpeando sus cacerolas.
En un comunicado, la Confraternidad hizo hincapié en la necesidad de “dejar de lado las apetencias personales” para llegar a una solución “equitativa” para todos los habitantes por medio del diálogo.
Este martes pasado, la presidenta Fernández consideró una “extorsión” a la medida de fuerza por tiempo indeterminado decidida por los sectores del campo, que mantienen cortado el tránsito en las principales rutas del país.
Al poco tiempo, miles de argentinos salieron a la calle para protestar en apoyo del campo, lo que hizo recordar a los “cacerolazos” que en 2001 provocaron la renuncia del entonces presidente Fernando De la Rúa, en medio de una grave crisis y una represión policial que causó más de 30 muertos.
La huelga por tiempo indeterminado declarada por los productores comenzó a provocar en los últimos días la falta de alimentos y otros productos indispensables para la canasta de los argentinos, una situación también motivada por maniobras especulativas de los actores involucrados en la disputa.
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