El gobierno de Estados Unidos inhibió los activos de dos empresas iraníes sospechadas de estar vinculadas con la proliferación de armas de la República Islámica.
Una de las compañías tiene base en Nueva York, y gran parte de sus activos se encuentran en Manhattan.
Mediante un comunicado oficial, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó a la empresa ASSA Corp. como “una empresa fantasma creada y controlada por el Banco Melli de Irán”, y definió a la controlante AASA Co. Ltd. como una compañía “que actúa en nombre del Banco Melli”.
“Todos los bienes y derechos sobre bienes de AASA Corp. y ASSA Co. Ltd. que se encuentran en Estados Unidos, y que en el futuro ingresen a Estados Unidos, o que se encuentren actualmente o en el futuro en posesión de personas estadounidenses, quedan inhibidos y no podrán ser transferidos ni de ningún otro modo enajenados”, decía el comunicado, según citó el diario israelí Arutz Sheva.
La firma iraní también es copropietaria de un inmueble sobre la Quinta Avenida, en Manhattan, junto con la fundación Alavi de Nueva York, una organización benéfica iraní.
En octubre de 2007, el Banco Melli fue declarado por Estados Unidos como un “banco de proliferación”, y en agosto de 2008, la Unión Europea hizo lo propio.
El comunicado del Tesoro estadounidense señaló que el banco ofrecía cartas de crédito y mantenía cuentas para empresas fantasma y entidades iraníes involucradas con actividades de proliferación nuclear.
La República Islámica sigue llevando a cabo un programa de desarrollo nuclear en violación una resolución emitida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que ordena frenar dicha actividad.
Tanto Estados Unidos como Israel están convencidos de que Irán está desarrollando un arma nuclear de destrucción masiva, que pretendería utilizar contra el Estado hebreo.
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