Agencia AJN.- Si sufre dolores de cabeza, dolor en el cuello o la espalda, o latidos cardíacos rápidos o tiene problemas para dormir, es probable que sea el resultado del estrés. Según la American Psychological Association, los adultos en los EEUU informan altos niveles de estrés que aumentaron durante el año pasado. El 80 por ciento de los trabajadores sienten estrés en el trabajo, según el American Institute of Stress, y seis de cada 10 trabajadores en las principales economías mundiales experimentan un mayor estrés laboral, según The Regus Group.

Entonces, todos tratamos de reducir el estrés corriendo, haciendo yoga, meditando, tratando de encontrar un poco de paz en nuestros días ocupados y atareados. El caso es que todas estas actividades beneficiosas toman tiempo y no tenemos por qué perdonar.

Ahora Joy Ventures, un fondo mixto israelí-japonés de VC con valor de 50 millones de dólares, espera poder encontrar una forma de calmar fácilmente el estrés con ayuda de los teléfonos smartphones u otros dispositivos.

«La población occidental moderna sufre de mucho estrés, incluso si hay prosperidad y una alta calidad de vida», contó Avi Yaron, CEO de Joy Ventures. «Desafortunadamente, esta alta calidad de vida no se traduce necesariamente en bienestar, y este nicho atiende a Joy Ventures».

Joy busca ayudar a las personas con productos de neuro-bienestar al mejorar su capacidad de recuperación. «La gente no necesariamente se cuida a sí misma, no duerme lo suficiente y no come los alimentos más saludables. Realmente no se puede detener o cambiar su forma de vida. Queremos ayudar, no con medicamentos, sino con neuro-bienestar «,explicó Yaron.

«Joy Ventures quiere permitir que las personas apoyen ese cambio de una manera fácil y divertida, utilizando el conocimiento avanzado de las ciencias del cerebro para reducir el estrés, mejorar los estados de ánimo y elevar la sensación de bienestar», añadió.

Joy Ventures es una compañía de inversión de capital privado fundada por Corundum Open Innovation, un fondo de capital riesgo que invierte en empresas tecnológicas israelíes. El fondo está respaldado por corporaciones japonesas y tiene oficinas en Israel y Japón.

Joy se estableció cuando algunos de los inversionistas japoneses en Corundum dijeron que estaban dispuestos a invertir en tecnologías que podrían conducir a un mejor bienestar humano.

«Nuestros inversores buscaban enfocarse tanto en el cerebro como en los productos de consumo, por lo que decidimos que necesitábamos crear un nuevo marco, algo completamente diferente que nos permita fomentar este tipo de empresas, pero también construir un ecosistema completamente nuevo en Israel, porque el campo es muy nuevo «, contó Gilad Peleg-Lorberbaum, socio gerente de Corundum.

La idea es invertir en productos de consumo que puedan validarse científicamente y ofrecer alivio del estrés y mejorar el estado de ánimo de las personas. Los productos podrían incluir wearables, aplicaciones o cualquier otro producto de consumo innovador basado en tecnología que pueda ayudar a las personas a sentirse un poco menos estresadas o simplemente sentirse bien.

Los 50 millones de dólares iniciales recaudados por Corundum y respaldados por inversionistas internacionales apuntan a construir un ecosistema local, aumentar la conciencia sobre el campo y cultivar tecnologías, empresas e investigación académica.

«Es una estrategia a largo plazo. Será un esfuerzo de 10 a 20 años. Solo estamos construyendo la infraestructura», sostuvo Idan Katz, el director de operaciones de Joy Ventures.

La mayoría de las investigaciones y esfuerzos del cerebro se centran en desarrollos médicos y productos farmacéuticos. Joy Ventures quiere dirigir la investigación cerebral existente a los productos de consumo de neuro-bienestar.

«Existen sólidas capacidades de investigación del cerebro en Israel, pero la mayoría de ellas están dirigidas a la degeneración neuronal y las enfermedades. Queremos estudiar la población saludable. ¿Qué hace que una persona se sienta bien? «, consultó Yaron.

Ya hay algunos productos de neuro-bienestar disponibles a nivel mundial en el mercado. Muse, por ejemplo, desarrolló una cinta para la detección del cerebro que se utiliza como un «asistente personal de meditación» que ayuda a guiar a los usuarios a calmar sus mentes, explica el sitio web.

«Ese es un producto clásico de la tecnología cerebral puesta en uso en un producto de consumo. Queremos desarrollar toda una industria y ecosistema de este tipo de productos aquí en Israel, con el objetivo de mejorar el bienestar de los usuarios», añadió Peleg-Lorberbaum.

Además de sensibilizar sobre el tema mediante la creación de hackathons y mentores para ayudar a los emprendedores a elaborar estrategias sobre productos, Joy Ventures también tiene como objetivo sensibilizar a los académicos y alentar a los investigadores a «estudiar el cerebro sano».

Para este propósito, Joy anunció, a principios de este año, que emitirá subvenciones por un total de un millón de dólares anualmente para impulsar la investigación en neuro-bienestar. Los proyectos ganadores para las subvenciones de este año incluyen un laboratorio de realidad virtual que mide los niveles de estrés de los sujetos a medida que cambia su entorno y utiliza los resultados para establecer pautas para el diseño arquitectónico de entornos urbanos densos para reducir el estrés; y un proyecto que utiliza técnicas de inteligencia artificial para estudiar qué situaciones elevan los niveles de estrés en cada individuo, y usa herramientas de realidad virtual y neurofeedback para reducir el estrés.

Joy también realizó una primera inversión de 800 mil dólares en la startup Brain1 Innovations, que creará un auricular, similar a los auriculares normales, con hardware que detecta estados emocionales en el cerebro y que tiene la capacidad de aprender qué tipo de sonidos calma al usuario y, en consecuencia, ajustar la música que reproduce.

«Existe una gran necesidad de soluciones efectivas para reducir nuestros niveles de estrés. Nuestra historia resuena con mucha gente porque todos sienten el impacto emocional de la vida moderna», contó Yaron, ingeniero electrónico y egresado de la unidad Elite 8200 de las FDI

A Yaron le diagnosticaron un tumor cerebral en 1993. Se sometió a cuatro operaciones en seis años, y su sufrimiento lo empujó a estudiar neurología y encontrar una forma de mejorar el bienestar al aprovechar la conexión cuerpo-mente. «Decidí que en lugar de arreglar algo roto, nuestro objetivo debería ser preservar lo que es integral y saludable», concluyó.