Autoridades diplomáticas de Austria en Buenos Aires y de la DAIA participaron de un acto conmemorativo del 70 aniversario del "Anschluss", la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi.
La ceremonia se desarrolló durante la noche del miércoles en el salón de actos del Centro Argentino de Ingenieros, donde se proyectó la película “Gebürtig”, del realizador Robert Schindel.
El 12 de marzo de 1938, las tropas del ejército alemán invadieron Austria para lograr que el Partido Nacional Socialista local se apoderara del poder y el país quedara anexado a la nación gobernada por Adolf Hitler.
La invasión contó con el apoyo de varios sectores de la población austriaca, excepto los partidarios de la izquierda, los judíos y otras minorías que enseguida fueron perseguidas por los nazis.
“Mediante este acto queremos recordar todos los acontecimientos que tuvieron que ver con esta desastrosa fecha para nuestro país”, comentó Thomas Schuller Götzburg, ministro consejero de la Embajada de Austria en Argentina.
El diplomático afirmó que con la anexión “al imperio alemán de Hitler comenzó el aniquilamiento del Estado independiente de Austria, el período más oscuro de su historia”.
Schuller Götzburg recordó que cientos de miles de austriacos “frenéticamente le dieron la bienvenida a las tropas alemanas”, un hecho que “no se puede maquillar”
El presidente de la DAIA, Aldo Donzis, resaltó que a partir del Anschluss por lo menos 190.000 judíos pasaron a estar bajo el control nazi y a sufrir el aislamiento y la persecución; muchos de ellos prefirieron el suicidio a la opresión, recordó.
“Finalizada la Segunda Guerra, la historia oficial presentaba a Austria como la primera víctima de los nazis. Muchos años trascurrieron para que la sociedad austriaca asumiera la verdad de su pasado, del antisemitismo que imperaba y de su propia responsabilidad en la persecución y el exterminio”, expresó el dirigente argentino.
Y agregó: “En la actualidad podemos señalar el compromiso democrático de la sociedad austriaca, las reiteradas expresiones de condena a toda expresión de antisemitismo o los intentos de negación de la Shoá. Este acto constituye una nueva expresión de ese compromiso, de mantener la memoria, de asumirlos errores y horrores del pasado”, dijo Donzis.
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