Desde que acogió los Juegos Olímpicos hace 25 años, Barcelona ha sido mucho más que la orgullosa capital de Cataluña y un faro de cultura, economía, deporte y moda. Cualquiera que pase cinco minutos en La Rambla, la calle principal, es tomado de inmediato por la potencia turística de Barcelona.

Solo el año pasado, 10 millones de turistas visitaron la ciudad. Estos incluyeron muchos israelíes que vinieron a ver al mejor jugador de fútbol de la historia, Lionel Messi, en el Camp Nou. Visitaron los parques, admiraron la arquitectura única de los edificios diseñados por el genio Antoni Gaudí, disfrutaron de la comida, disfrutaron de la brisa marina y visitaron sitios históricos, algunos de ellos con un rico pasado judío (como el famoso Montjuic, «Montaña judía»).

Pero hay algo que los muchos israelíes que visitan Barcelona no saben. Durante semanas, la comunidad judía de 7.000 miembros de la ciudad ha estado chocando con el consejo de la ciudad y militante de la izquierda, la alcaldesa Ada Colau.

Por un lado, Colau apoya a los judíos de su ciudad y demuestra admirable sensibilidad hacia la historia judía de la ciudad, particularmente la memoria del Holocausto. Por otra parte, hace poco para ocultar su apoyo absoluto a los palestinos. Para muchos judíos barceloneses, el problema no es su apoyo a los palestinos, sino el sentimiento anti-Israel consecuente que guía a muchos de los partidos en el consejo de la ciudad. La comunidad judía siente que estos partidos se enfocan injustamente en Israel, como si no hubiera nadie más que condenar.

Las tensiones se alimentaron aún más cuando uno de los comités municipales votó para condenar a Israel hace un mes, y las relaciones parecen estar en un rumbo de colisión antes de la llegada del 14 de mayo de Frente Popular para la Liberación de Palestina miembro Leila Khaled. La Embajada de Israel en Madrid, que ha seguido de cerca la situación, ya ha registrado una queja ante la alcaldía.

Fuentes del municipio de Barcelona fueron citadas por los medios de comunicación diciendo que Khaled «ha sido invitado por el Festival Literal, un evento cultural organizado por un grupo privado. Nuestra contribución al festival suma una contribución de 10.000 euros. No influenciamos el contenido ni seleccionamos a los invitados». El municipio en general trató de distanciarse de la controversia Khaled y evitar la ira de los líderes de la comunidad judía.

Pero los líderes de la comunidad hicieron un punto de recordar a la municipalidad el curriculum vitae de Khaled: nació en Haifa, en la Palestina Obligatoria, y se convirtió en la primera mujer en secuestrar un avión cuando participó en el secuestro del vuelo 840 de TWA en agosto de 1969. Un año más tarde, después de someterse a cirugía plástica varias veces para alterar su rostro, intentó, sin éxito, secuestrar otro avión. Khaled fue encarcelada, pero no por mucho tiempo. Pronto fue liberada en un acuerdo de intercambio de prisioneros.

Pero eso fue hace mucho tiempo. Desde entonces Khaled ha cambiado sus esfuerzos anti-Israel desde el campo aéreo hasta el ámbito internacional. Ya no apoya tales ataques como un medio legítimo para alcanzar sus metas, pero no puede alejarse del símbolo que ella misma creó. Muchos todavía la consideran una terrorista, mientras que otros la ven como una luchadora por la libertad. Siempre será recordada por su famosa frase: «Mi primer novio fue un rifle Kalashnikov».

La comunidad judía barcelonesa ha argumentado, justificadamente, que una mujer como esa no es un invitado apropiado en un festival cultural. Están indignados por los carteles del festival que ofrecen su cara. Así, mientras el municipio trata de esquivar su responsabilidad, la ira de la comunidad está creciendo.

A favor de los derechos humanos

La indignación comenzó mucho antes de que la controvertida Khaled fuera invitada a Barcelona. El mes pasado, un subcomité municipal votó a favor de una resolución condenando la «ocupación israelí y la política de asentamientos en el territorio palestino ocupado». El subcomité también decidió evitar «cualquier forma de cooperación con la ocupación, con violación de los derechos humanos y con el robo de los recursos palestinos».

La resolución fue apoyada por cuatro partidos izquierdistas y radicales de izquierda. Se opuso por los partidos de derecha y centristas. El movimiento de la independencia catalana se abstuvo. Esto no fue, en particular, un voto a favor del boicot de Israel, como en otras partes de España. Mientras que Barcelona apoya «la legitimidad de las campañas no violentas promovidas por la población civil palestina y la comunidad internacional para defender los derechos humanos y los derechos humanos palestinos», no quería apoyar oficialmente el movimiento de boicot, desinversión y sanciones. La ciudad sabe que apoyar BDS significa pleitos y daño internacional serio.

De acuerdo con Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona que se encuentra actualmente en Colau mientras está en licencia de maternidad, «no se trata de estar a favor de Israel o de Palestina, sino de estar a favor de los derechos humanos. Sólo si hay incitación o racismo, y no es el caso aquí «.

Pisarello, nacido en Argentina, es más pragmático que su jefe. Colau subió al poder después de fundar la plataforma populista para las personas afectadas por hipotecas y participar en manifestaciones contra ejecuciones hipotecarias. Como alcalde, su apoyo a la causa palestina se manifestó en medidas para poner fin a un acuerdo hermano-ciudad con Tel Aviv -movimientos que fracasaron en última instancia- y el apoyo a una flotilla femenina a Gaza que zarpó del puerto de Barcelona en septiembre pasado. En los últimos meses, sin embargo, Colau ha atenuado su mensaje y participó en una serie de eventos judíos.

La periodista Pilar Rahola es una de las principales defensoras no judías de Israel. A pesar de las numerosas amenazas, el exitoso autor catalán critica sin temor la «gran hipocresía» de los críticos israelíes. Ella ha chocado con sus colegas, a pesar de compartir sus aspiraciones por la independencia catalana. Rahola está de acuerdo en que el voto municipal no respaldó a BDS, pero ella argumenta que sigue siendo injusta.

Hablando con Israel Hayom, Rahola dice que «en vez de enfrentar a tiranos y terroristas de todo el mundo, estas personas, desde partes de la izquierda, siempre tienen a Israel. El hecho es que Israel es una democracia que ha estado sufriendo de la guerra y el terrorismo durante décadas y está rodeado por millones de enemigos con ideologías totalitarias, pero no les importa, cuando se trata de Israel, la historia siempre será post-verdad y falsa».

Además de defender a Israel, Rahola es también conocida por su batalla contra las partes radicales del Islam. Ella ha advertido contra lo que ella define como «Islam-fascismo» en sus libros.

«El rostro de un terrorista»

Las organizaciones judías en Barcelona están deliberando sobre cómo responder al voto anti-Israel, sobre todo ahora que una organización respaldada por la ciudad ha invitado a Khaled a su festival, que goza de financiación pública.

Uriel Benguigui, presidente de la mayor congregación judía de la ciudad, la Comunidad Israelita de Barcelona, ​​admite que el voto no es un respaldo a los BDS, pero afirma que «es una forma indirecta de apoyar los boicots contra Israel».

«El movimiento BDS perdió todas sus mociones políticas contra Israel en los municipios españoles porque el tribunal español desestimó a casi todos ellos», le dice a Israel Hayom, elogiando el trabajo legal realizado por la organización pro-Israel ACOM contra los muchos grupos españoles que promueven la lucha contra el terrorismo -Israel boicotea.

«El municipio de Barcelona lo sabe, y por eso no ha ido hasta el final», dice.

«Pero lo que hizo fue aún inaceptable porque señalaron a la única democracia en Oriente Medio, se puede argumentar sobre la ocupación pero el texto de la resolución del municipio es injusto porque no incluye la historia de seguridad de este conflicto tan complejo Estamos cansados ​​de que todo el mundo siempre señale a Israel de todos los conflictos del mundo y obviamente lo hacen sin mencionar el otro lado del conflicto».

Pero el objeto real de su ira es la invitación de Khaled.

«El ayuntamiento dice que no sabían nada al respecto, y que fue invitada en privado por una organización que sólo recibe contribuciones de la ciudad», dice Benguigui. «Es cierto, como es el hecho de que la organización utiliza los faroles de la ciudad en varias calles para hacer publicidad de su conferencia.Muchos turistas israelíes vieron los carteles y tuvieron que tragarlo – para ver la cara de un terrorista mientras paseaban por un calle principal.»

Dado que no existe una prohibición legal que impida la participación de Khaled, los jefes de las comunidades judías han pedido a la ciudad que se oponga públicamente.

«Todavía no lo han hecho», dice Benguigui.

«Para mí, la política del municipio de dar la bienvenida a los refugiados es grande, pero no los terroristas que secuestraron aviones. Tal vez el próximo año, el Día de la Nakba, puedan invitar al líder de Hamás, Khaled Mashaal.

«Barcelona tiene que fomentar actividades culturales conjuntas que involucren a israelíes y palestinos juntos en vez de hacer declaraciones inútiles o oponerse a invitar a terroristas». Añade que el incidente apareció en los medios de comunicación, pero la mayoría de los casi 2 millones de residentes de la ciudad no lo han oído.

Como en otros lugares del mundo, sólo las organizaciones judías y los grupos pro-palestinos están involucrados en este debate. Para los pro palestinos, Khaled es una digna invitado que trabaja para «exponer los crímenes de la ocupación sionista». Mientras tanto, la red BDS, muy activa en Cataluña, acogió con satisfacción el voto del municipio de Barcelona, ​​pero no pudo ocultar su decepción por el hecho de que la resolución no sirviera explícitamente al BDS.

Los activistas pro-palestinos a menudo se jactan de tener el apoyo del profesor israelí expatriado Ilan Pappe, que vive en Inglaterra. Según Pappe, «Israel mira a Europa como un espejo, y ver a alguien como Roger Waters de Pink Floyd que se niega a actuar en Israel los hace sentir mal».

Benguigui insiste en que, a pesar de todo, la ciudad hace mucho para perpetuar la memoria de la historia judía de la ciudad.

«En todo lo que tiene que ver con el Holocausto o ayudando a la comunidad judía, la ciudad demuestra un alto nivel de sensibilidad», dice.

En un mensaje a los turistas israelíes, Benguigui dice que «Barcelona fue y seguirá siendo un lugar cálido para ellos. Hay tolerancia absoluta aquí hacia los judíos y los lugareños tienen una visión normal de la excelente afluencia de israelíes que llegan cada mañana a visitar esta increíble ciudad, y también de los inversores israelíes, principalmente en el sector inmobiliario. El problema es sólo unos pocos políticos».

Benguigui apareció en los titulares hace un año, cuando se enfrentó con un diputado del partido radical pro-catalán Candidatura de unidad popular.

«Después de un discurso en el parlamento, alguien de CUP me llamó » un agente externo «y un» colaborador con asesinos «. Él demostró una total ignorancia, pero su partido tiene influencia en el municipio «, dice.

Otra importante congregación judía de la ciudad, Atid, se estableció en 1992. Se considera más liberal que la tradicionalista Comunidad de Israel de Benguigui. La congregación de Atid está formada principalmente por judíos que emigraron a España desde Marruecos en los años sesenta y setenta. La presidenta es Silvia Leida, que representa a las aproximadamente 200 familias Atid. En declaraciones a Israel Hayom, confirma que los diversos grupos judíos confesaron y decidieron presentar un frente unido en respuesta a los recientes acontecimientos.

«Estamos muy enojados», dice. «No podemos acusar al municipio de antisemitismo, pero su filosofía anti-Israel es inquietante: en Atid, como en las demás congregaciones, somos sionistas, pero ante todo somos judíos catalanes. Politizar las cosas de cualquier manera «.

Está de acuerdo en que invitar a Khaled, incluso si el municipio no lo aprueba expresamente, es más ofensivo que las resoluciones adoptadas por los comités municipales, que no tienen aplicación práctica.

¿Son las playas más poderosas que la política?

¿El ultraje contra el municipio de Barcelona afectará a los 300.000 israelíes que visitan la ciudad cada año? Es difícil de decir. Pero parece que la atracción de las playas y las compras es más fuerte que cualquier comentario hecho por cualquier político local.

En cualquier caso, la Embajada de Israel en Madrid ve la tendencia como alarmante.

«Declaraciones como las del municipio de Barcelona, ​​al igual que todas las convocatorias de boicots contra Israel, no pretenden defender ni apoyar a los palestinos y no están buscando una solución justa al conflicto israelo-palestino», dijo la embajada una declaración.

«El único objetivo de estas iniciativas es demonizar a Israel, nos sorprendió y nos enojó saber que el establecimiento democrático de una ciudad que la mayoría de los israelíes consideran amigable ha sido arrastrada a esta obsesión contra Israel».

Si hay una región en España que tradicionalmente ha apoyado a Israel y las aspiraciones del pueblo judío es Cataluña. En el pasado, los catalanes han sido descritos como «los judíos de España». Algunos lo usaron como un comentario despectivo, pero los catalanes lo vieron como un cumplido. Las relaciones de Israel con Barcelona han estado muy cerca, gracias al acuerdo hermano-ciudad con Tel Aviv.

Teniendo en cuenta el poder de Barcelona, ​​Israel ha designado a José Antonio Sánchez Molina como cónsul honorario. Molina, miembro de la Comunidad Israelita de Barcelona, ​​es fundadora y propietaria de uno de los bufetes más poderosos de Cataluña.

Aunque ha habido rumores que sugieren que la congregación rompería lazos con el municipio, las fuentes informaron que la idea ha sido derribada. En última instancia, el municipio y los judíos tienen que seguir comunicándose. No sólo por el pasado o por el futuro, sino también porque no hay otro camino.

 

FUENTE: Israel Hayom