Agencia AJN.- Una nueva serie producida por el Centro de Radiodifusión de Medio Oriente (MBC) de origen saudí, sobre la vida de un judío en el Golfo, ha provocado indignación en el mundo árabe. Los críticos argumentan que la serie se produce en el contexto de los intentos de algunos estados del Golfo de promover la «normalización» con Israel, lo que despertó rechazo por parte de la agrupación terrorista Hamas, entre otros.

Titulada «La vida de un leopardo», la serie ha enfurecido a muchos árabes, que exigen que la MBC se abstenga de emitir la serie con el pretexto de que es una «forma de normalización con la entidad sionista [Israel]». Otros han lanzado una campaña en línea pidiendo el boicot de la serie.

La controvertida serie, que se espera que se emita durante el Ramadán, que comienza la próxima semana, se centra en la vida de una mujer judía como marginada social en el Golfo a causa de su religión.

La renombrada actriz kuwaití Hayat al-Fahad, de 71 años, interpreta el papel de una partera y enfermera judía en la serie, llamada Umm Haroun. La mujer, de origen turco, se traslada entre Irán e Iraq antes de establecerse en el estado del Golfo de Bahrein, donde trabajó durante muchos años.

Al-Fahad causó recientemente indignación al sugerir que los expatriados deberían ser deportados de Kuwait en medio de la pandemia de coronavirus. Advirtió que los hospitales kuwaitíes podrían verse desbordados por los extranjeros que padecen esta enfermedad mortal y sugirió que se les «enviara» o «se les llevara al desierto».

Un video promocional publicado por la MBC dice que la serie trata de las relaciones sociales que prevalecieron entre musulmanes y judíos en Kuwait durante la década de 1940. Según algunos historiadores, unas 200 familias judías vivían en Kuwait durante esos años.

Dirigida por el egipcio Mohammed al-Adl, la serie, filmada en los Emiratos Árabes Unidos, cuenta con varios actores kuwaitíes y saudíes.

Varios críticos acudieron a los medios sociales para expresar su indignación por la serie, afirmando que retrata a los judíos como víctimas de «injusticias» en un país árabe. «Tenemos muchas mujeres exitosas y heroicas en el Golfo», protestó Hana al-Qahtan. «¿Por qué necesitamos convertir a una mujer judía en una heroína en nuestros dramas?», expresó.

Hamas también ha intervenido en la controversia, denunciando la serie como un «intento político y cultural de introducir el proyecto sionista en la sociedad del Golfo».

«El personaje de Umm Haroun me recuerda a [la ex primer ministro israelí] Golda Meir, la jefa del gobierno de ocupación, que era una criminal asesina», dijo el alto funcionario de Hamas Ra’fat Murra. «Este es el objetivo de la normalización: el odio, la lenta matanza y la destrucción interna. La serie pretende falsificar la historia e introducir gradualmente la normalización de la sociedad del Golfo con la ocupación sionista, en un momento en que algunos gobernantes [árabes] están jadeando para construir estrechos lazos con Netanyahu para proteger sus tronos», dijo.

Yousef al-Mutairi, profesor de historia moderna y contemporánea de la Universidad de Kuwait, dijo a Al-Jazeera.net que la controversia sobre la serie era injustificada. «Los judíos árabes forman parte de nuestra historia, ya sea en Egipto o en la Península Arábica, y esto no contradice nuestra afirmación de que no fueron expulsados del Golfo», dijo. «La expulsión tuvo lugar para los individuos que se dedicaban a actividades con las que la sociedad no estaba satisfecha, como el comercio de alcohol. Debemos diferenciar entre el sionismo y el judaísmo. Israel y los que viven en él son sionistas. Pero no hay ningún problema con el judaísmo», concluyó.