Un informe difundido hoy por un comité de legisladores indicó que Gran Bretaña ya no puede confiar en el liderazgo estadounidense en la política de Medio Oriente y debe trabajar más estrechamente con Europa para asegurar que el acuerdo nuclear de Irán se mantenga en vigor, entre otras políticas.

El acuerdo entre Irán y seis grandes potencias restringe el programa nuclear de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones petroleras y financieras internacionales. Durante su campaña presidencial en Estados Unidos, Donald Trump calificó el acuerdo como «el peor jamás negociado» y su administración ha emprendido una revisión de si las sanciones de elevación están en los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.

«No podemos seguir asumiendo que Estados Unidos dará el tono a la relación de Occidente con Medio Oriente», expreso David Howell, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de los Lores del Parlamento británico.

En su informe, el comité citó en particular el enfoque de Trump hacia Irán y el conflicto árabe-israelí. «El nuevo gobierno de Estados Unidos tiene el potencial de desestabilizar aún más la región… El presidente ha tomado posiciones que no son constructivas y podrían incluso escalar el conflicto», aseguró.

Además, explicó que no era una opción para Gran Bretaña reducir su compromiso en la región, ya que las exportaciones a Medio Oriente valen más que a China y a la India juntas, y la inversión en el Reino Unido de la región fue «extremadamente importante».

El informe dice que Gran Bretaña debe trabajar con sus socios europeos en medidas para reducir las restricciones a los bancos que prestan dinero para invertir en Irán y para ayudar a desarrollar nuevas relaciones comerciales con Irán como una prioridad para el comercio post-Brexit.

Aunque es poco probable que Trump intente destruir el acuerdo nuclear, el hecho de no aliviar las sanciones empujará a Irán hacia relaciones comerciales más amplias con potencias como China y Rusia, agregó. El informe también resaltó que Gran Bretaña debe distanciarse de las «posturas desestabilizadoras» de Estados Unidos sobre el conflicto árabe-israelí y considerar seriamente reconocer a Palestina como un estado que demuestre que está comprometido con la solución de dos Estados.

Trump sacudió a los líderes árabes y europeos en febrero al señalar que estaba abierto a una solución de un solo estado, retrasando una posición adoptada por las administraciones sucesivas y la comunidad internacional. Más tarde declaró que le gustaba el concepto de una solución de dos estados, pero se quedó corto de reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la eventualidad de un estado palestino.

«La resolución de la disputa israelo-palestina debe permanecer alta entre las prioridades de la política exterior británica. El gobierno debe ser más directo al exponer sus puntos de vista sobre estos temas a pesar de las opiniones de la administración estadounidense», resaltó el informe.