Este acto se realiza anualmente en la fecha del calendario hebreo en que se produjo desde las islas griegas la deportación de la población judía a a los campos de exterminio en Europa Oriental, principalmente Auschwitz.
Participaron del mismo el Embajador de Grecia, Michael B. Christides; el Consejero de la Embajada de Turquía, Mehemet Bulut; el Arzobispo de la Iglesia Griega para Sudamérica, Eminencia Reverendísima Tarasios; El presidente de la Comisión Parlamentaria contra el Antisemitismo en el Reino Unido, John Mann; Claudio Avruj, en representación del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; dirigentes institucionales, encabezados por Ángel Schindel, Carlos Frauman y Mario Feferbaum, vicepresidente en ejercicio de la DAIA, Presidente de la OSA y Presidente de la Fundación Memoria del Holocausto – Museo del Holocausto, respectivamente y miembros de la comunidad.
Luego de que el presidente del Centro Comunitario Chalom, Pablo Malewicz, diera la bienvenida a los presentes, Claudio Avruj dio lectura a un mensaje del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, adhiriendo al acto. Posteriormente se procedió al encendido de siete velas recordatorias, intercalándose las palabras de los oradores y un video especialmente elaborado para la oportunidad que reflejaba el viaje que durante el mes de julio efectuó David Galantes, rodalí sobreviviente de la Shoá, a su ciudad natal.
El Embajador Christides fue el primer orador, quien concluyó sus palabras diciendo: "Debía crecer para familiarizarme con las intenciones y las consecuencias del Holocausto contra la humanidad hebraica pero sin embargo en mi mente jamás pudo entrar la tragedia del dolor y la destrucción, jamás he podido aceptar la profundidad y el abismo del odio que el nazismo guardaba para los hombres”.
“Desde lo profundo de mi corazón deseo honrar a aquellos mártires, a mis conciudadanos judíos, que su sacrificio no será olvidado, no importa cuantos siglos pasen, que sobre su sacrificio edificamos todos nosotros, sin distinción de color, sexo o religión, un muro impenetrable, que jamás permitirá el paso de asesinos de inocentes. Es esta nuestra promesa, pero también nuestra obligación hacía todos los amigos judíos de Salónica, Rodas y Cos, que tan cruelmente fueron eliminados en Auschwitz-Birkenau. Qué su memoria, sea eterna", agregó el diplomático.
David Galante como uno de los pocos sobreviviente rodalíes de la Shoá, brindó "testimonio del horror que les toco vivir y el motivo por el cual nuestro destino estuvo atado al de 6.000.000 de exterminados",  y agregó que "aprendimos que el silencio era el mejor amigo de los asesinos y por eso sigo dando testimonios, hablando cada vez que puedo. Aprendimos que la memoria es un arma para mantenernos alertas y no descuidarnos. El recuerdo de lo que paso  es hoy nuestra manera de recordar al mundo lo que sucedió y dar un mensaje para que no vuelva a suceder".
Posteriormente el juez federal Daniel Rafecas se refirió a que durante un reciente viaje que junto a un grupo de docentes efectúo a Polonia -organizado por la Fundación Memoria del Holocausto junto a Yad Vashem, en el que visitaron los campos de exterminio y los lugares en donde estuvieron los ghetos– estuvo reflexionando sobre la resistencia judía durante el régimen nazi, en especial a partir de una obra del pensador bulgaro Tzvetan Todorov "que le asigna la dimensión que tuvo el enfrentamiento del pueblo judío cautivo con los perpetradores nazis y sus aliados”.
“Una resistencia que fue pasiva y ubicua, pues estuvo en todos lados: en las ciudades, en las deportaciones, en los ghetos, en los campos de exterminio. Esa resistencia fue la lucha por preservar la vida. Todos, cada uno de ellos, cautivos en los campos y en los ghetos mantuvieron esta dimensión de resistencia hasta el final como una manera de enfrentar al genocida nazi.", agregó el magistrado, para luego relacionarlo con la resistencia de los judíos griegos, que es mencionada por Primo Levi.
Finalmente en representación de la DAIA y la comunidad judía de la Argentina, habló Angel Schindler quien resaltó que "la preservación de la memoria, el honrar a los mártires y a los héroes, y al mismo tiempo no olvidar nunca a los verdugos, a sus cómplices, a los colaboracionistas de los países ocupados, quienes muchas veces ponían más fervor que los propios alemanes en la persecución de nuestros hermanos, todo ello constituye un deber sagrado para nuestro pueblo”.
“Por eso la reiteración de los actos de recordación, el tener la fecha internacional para la recordación del Holocausto fijada por las Naciones Unidas en concordancia con la liberación de Auschwitz; la fecha que los judíos solemos recordar la Shoá, el día del Levantamiento de Varsovia, este día y la fecha en que lo recuerdan los sobrevivientes”, agregó.
“Todas estas repeticiones no son repeticiones sino que debemos mantener y repetir constantemente, y también recordar y rendir tributo a los Justos de todas las naciones, que proclamaron con sus conductas que se puede ser digno, que se puede vivenciar en los hechos un compromiso humanitario, tenderle una mano al oprimido, al perseguido, salvar vidas aún a costa de la propia. Debemos aprender las lecciones del pasado pero no vivir de él”, prosiguió Schindler.
“Lamentablemente hoy asistimos con estupor a los agravios del jefe de estado de Irán, quien mancilla a nuestros mártires negando a la Shoá y llama a la destrucción del Estado de Israel. Desde la DAIA renovamos cotidianamente el compromisote denunciar a quienes pretenden retrotraernos a ese pasado horroroso; a los perversos negadores de la Shoá y sus aliados locales; a los justificadores del fundamentalismo terrorista, que nos atacara en 1992 y 1994, aquí en  Buenos Aires; a los antisemitas que pretenden disfrazarse de antisionistas, como si no fueran dos vertientes de un mismo odio”, expresó luego.
“Señoras y Señores, al honrar a nuestros hermanos, honremos su drama. Nunca más al odio, nunca más a la discriminación, nunca más a la persecución. Nunca más", finalizó Schindler.
EACH-HJP