Las organizaciones privadas que buscan disputarle a la Agencia Judía (Sojnut) el derecho para procesar pedidos de inmigración y ayudar en el proceso de absorción deberán esperar por presión del primer ministro de Israel, Ehud Olmert, para mantener el tema fuera de la agenda, informó hoy el diario local Haaretz.
A mediados de 2007, el gabinete aprobó un presupuesto permanente para las organizaciones privadas de inmigración Nefesh B’Nefesh, que trae personas de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, y su colega francesa AMI. 
La Agencia Judía mostró rápidamente su oposición, ya que la medida erosiona su estatus especial de monopolista de la aliá (inmigración a Israel). Las organizaciones beneficiadas con la medida buscan ahora ser totalmente independientes.
Actualmente, funcionarios de los ministerios del Interior y de Absorción de inmigrantes están luchando por promover la privatización para que los inmigrantes puedan abrir sus archivos de ingreso con estas organizaciones.
“Terminar con nuestra exclusividad en la apertura de archivos de inmigración implicaría un golpe mortal para la agencia y un fin del estatus especial en el rol primordial de llevar inmigrantes a Israel”, sostuvo un miembro de la Sojnut.
Algunos funcionarios apoyan la medida porque creen que podría revertir la declinación en inmigración registrada en los últimos años. La decisión está en manos del ministro del Interior, Meir Sheetrit, quien probablemente aprobaría la propuesta, pero el tema se congeló por la intervención del presidente de la Agencia Judía, Zeev Bielski, y la presión de Olmert.
En el Ministerio del Interior aseguran que el tema “no está en agenda”.
Cada organización reclama ser más eficiente: mientras que Nefesh B´Nefesh asegura que la inmigración de América del  Norte e Inglaterra creció en 2007, la Agencia Judía afirma lo contrario.
ND-HDB