La comunidad judía alemana inauguró el domingo una nueva sinagoga en la ciudad de Krefeld, ubicada a 575 kilómetros de la capital, Berlín.
El templo tiene capacidad para acoger a 300 personas y costó 12 millones de euros (unos 17 millones de dólares) y se inauguró siete décadas después de la destrucción nazi.
La directora del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Charlotte Knobloch, afirmó en el acto de apertura que “(los judíos) estamos acá, en el centro de esta sociedad, y no dejaremos que nadie nos desafíe nuevamente”.
Por su parte, el primer ministro del estado de Renania, al norte de la región alemana de Westfalia, Juergen Ruettgers, señaló que la sinagoga “es una muestra de que los nazis no pudieron eliminar a la judería europea”.
El político calificó a la reapertura como un signo de “confianza y esperanza” de la comunidad judía en la sociedad alemana.
Asimismo, Laszlo Ladanyi, sobreviviente del Holocausto y oriundo de Berlín, dialogó con la Agencia Judía de Noticias (AJN) acerca de la importancia de esta inauguración.
"Encuentro maravilloso que alguien haya tomado la decisión de construir un templo allí, hay gente que se tomó este trabajo en un lugar en donde, a lo mejor, no hay demasiados judíos. Yo honestamente los felicito”, expresó Laszlo, quién no pudo continuar con su testimonio embargado por una enorme emoción.
La ciudad de Krefeld está ubicada a orillas del río Rhin ytiene 237.000 habitantes, pero no contaba ninguna sinagoga hace 70 años, desde la Noche de los cristales rotos, el 9 de noviembre de 1938.
Los historiadores consideran que la Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht en alemán), preanunció las atrocidades del Holocausto, en el que fueron asesinados seis millones de judíos en toda Europa.
Unos 600.000 judíos vivían en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, pero esa cifra disminuyó a partir de 1939.
Sin embargo, la comunidad judía hoy cuenta con unos 110.000 miembros, en su mayoría ciudadanos de la ex Unión Soviética que se disolvió con la caída del Muro de Berlín en 1989.
Varias sinagogas fueron reabiertas en los últimos años en las ciudades de Berlín y Munich.
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