Agencia AJN.- El lunes estallaron escenas caóticas en la sinagoga de la sede central de Jabad-Lubavitch en Nueva York después de que el Departamento de Policía de Nueva York intentara rellenar y sellar un túnel secreto y una alcoba que se encontraron en la sala de oración.

No estaba claro por qué se había excavado el túnel, pero según los informes, las obras se realizaron en los últimos dos años. Las imágenes del interior del túnel mostraban que conducía a una mikve (baño ritual) abandonada.

También se vio que el túnel estaba lleno de basura y de objetos domésticos, como un colchón y la trona de un niño.

Los vídeos de la escena mostraban a hombres ultraortodoxos alborotando y dañando la sinagoga, derribando los paneles de madera y arrojando bancos de oración a los agentes de policía. Más hombres que fueron sacados del túnel por agentes de la policía de Nueva York fueron y se sentaron en la alcoba, al parecer tratando de impedir que se rellenara.

El incidente concluyó con la detención de varios alborotadores, y la policía de Nueva York cerró la sinagoga hasta nuevo aviso.

El presidente de la sede central de Jabad-Lubavitch, el rabino Yehuda Krinsky, emitió el martes un comunicado en el que afirmaba que el movimiento estaba «dolido» por los actos vandálicos ocurridos el lunes.

«Estas acciones odiosas serán investigadas, y la santidad de la sinagoga será restaurada», escribió. «Nuestro agradecimiento a la policía de Nueva York por su profesionalidad y sensibilidad».

El director de medios de comunicación de Jabad, Motti Seligson, dijo el martes que los alborotadores eran un grupo de estudiantes extremistas que «rompieron algunas paredes en propiedades adyacentes para proporcionarles acceso no autorizado.»

Según un informe del sitio web COLLive.com, seguidores de una facción mesiánica de Jabad, principalmente de Israel, habían sido los impulsores del esfuerzo por impedir el cierre del túnel.

El emblemático edificio del 770 de Eastern Parkway, en Brooklyn, fue el hogar del rabino Yosef Yitzchak Schneersohn, jefe del movimiento jasídico Lubavitch en la década de 1940, y ha sido la sede de Jabad-Lubavitch desde entonces. A lo largo de los años, se construyeron ampliaciones para dar cabida al creciente movimiento, que se extendieron a dos propiedades vecinas.

La sala principal del edificio, que se encuentra debajo de los edificios vecinos, es utilizada por la sinagoga Beis Chayeinu, y también es una sala de estudio y un salón de actos para las reuniones de Jabad. En los últimos años, una disputa entre facciones de Jabad por el control de la sinagoga principal ha llegado a los tribunales.

«Los responsables de la Lubavitch han intentado hacerse con el control de las instalaciones a través del sistema judicial del Estado de Nueva York», afirma Seligson. «Desgraciadamente, a pesar de prevalecer sistemáticamente en los tribunales, el proceso se ha prolongado durante años».