Agencia AJN.- La monarquía británica guardó silencio en las últimas horas, luego de que Meghan y el príncipe Harry desataran una crisis al alegar que un miembro de la familia hizo un comentario racista sobre el color de la piel de su hijo y que ella estaba alienada hasta el punto de contemplar el suicidio.

La familia, dirigida por la reina Isabel, de 94 años, estaba lidiando con cómo responder a la entrevista televisiva de Oprah Winfrey, en la que Harry también dijo que su padre, el heredero al trono, el príncipe Carlos, lo había defraudado.

«La peor crisis real en 85 años», decía la portada del periódico Daily Mirror , mientras que la portada del Daily Mail preguntaba «¿Qué han hecho?» y el columnista de The Sun Trevor Kavanagh cuestionó si la entrevista significaba el final para la realeza.

«Difícilmente podría ser más dañino para la familia real, sobre todo porque es poco lo que puede hacer para defenderse», dijo The Times en un artículo principal bajo el título «Ataque real».

«La clave para la supervivencia de la monarquía a lo largo de los siglos ha sido su capacidad para adaptarse a las necesidades de la época. Necesita adaptarse nuevamente», sostuvo The Times .

Isabel, que ha estado en el trono durante 69 años, quería tomarse un tiempo antes de que el palacio emitiera una respuesta, dijo una fuente real.

Los opositores a la monarquía sostuvieron que las acusaciones hechas por Meghan y Harry mostraban cuán podrida estaba la institución, aunque algunos partidarios reales eligieron a Meghan como una buscadora de publicidad con un ojo puesto en el estrellato de Hollywood.

Pero la gravedad de las afirmaciones planteó preguntas incómodas sobre cómo la monarquía británica, que sobrevivió a siglos de revolución que derrocó a sus primos, podría funcionar en un mundo meritocrático.

Meghan , de 39 años, cuya madre es negra y su padre es blanco, dijo que había sido ingenua antes de casarse con la realeza en 2018, pero que terminó teniendo pensamientos suicidas y considerando autolesionarse después de pedir ayuda pero no obtener ninguna.

Meghan dijo que a su hijo Archie, que cumplirá dos años en mayo, se le negó el título de príncipe porque había preocupaciones dentro de la familia real «sobre cuán oscura podría ser su piel cuando nazca».

Ella se negó a decir quién había expresado tales preocupaciones, al igual que Harry. Winfrey luego le dijo a CBS que Harry había dicho que no era la reina o su esposo de 99 años, Philip, quien ha estado en el hospital durante tres semanas mientras se desarrolla la crisis.

Harry dijo que su familia les había cortado económicamente, y su padre, el príncipe Carlos, lo había defraudado y se había negado a atender sus llamadas en un momento.

«La era de la deferencia, que ya está bajo presión, desaparecerá con su fallecimiento», escribió Kavanagh, cuestionando si la familia real sobreviviría más allá de la reina ampliamente popular.

Otros señalaron el hecho de que la institución sobrevivió a crisis en el pasado, entre ellas la muerte de la madre de Harry, la princesa Diana, en un accidente automovilístico en París en 1997.

«Obviamente es perjudicial porque cualquier cosa que empañe su reputación es mala», dijo a Reuters la comentarista real Penny Junor. «Pero creo que en general es una institución fuerte, es una buena institución. Ha servido a Gran Bretaña extremadamente bien durante décadas. Espero que sobreviva a esto».