Agencia AJN.- En el campamento de refugiados de Kiziba, en Rwanda, Sebakungu Tuyisenge, de 23 años, soñaba con cursar estudios superiores. Muchos jóvenes que conocía no podían completar la educación secundaria. Sus padres no tenían trabajo en el campamento y su familia dependía de la ayuda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Pero él estudió duro para poder recibir fondos de organizaciones sin fines de lucro para ir a la escuela secundaria. Pasó mucho tiempo leyendo diccionarios y novelas. Y se las arregló para avanzar hacia su meta de educación superior.

Tuyisenge está a punto de completar una licenciatura en comunicaciones en noviembre, como estudiante en línea de la iniciativa del Movimiento de Educación Global (GEM) de la Universidad de Southern New Hampshire (SNHU), que ofrece títulos universitarios a los refugiados de todo el mundo con la ayuda de organizaciones sin fines de lucro y otras instituciones académicas.

«Como refugiado, tengo derecho a seguir estudiando, y espero que tal vez se consiga un empleo», dijo Tuyisenge en una entrevista telefónica.

Consolee Amina, de 36 años de edad, que vive en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, es otra refugiada ruandesa que terminó su licenciatura en gestión de la salud el pasado mes de abril como estudiante de la SNHU.

Su condición de refugiados les ha presentado importantes obstáculos, desde las limitadas oportunidades de trabajo hasta las malas condiciones de vida, lo que les ha hecho sentir que deben aprovechar cualquier oportunidad que puedan, para conseguir un buen trabajo y cambiar sus vidas.

Por eso decidieron adquirir una educación adicional, más allá de su licenciatura, y comenzar estudios de ciberseguridad.

Tuyisenge dijo que debido a las enormes consecuencias del cibercrimen, se siente motivado a estudiar el tema para protegerse no sólo a sí mismo, sino también a su comunidad.

Sebakungu Tuyisenge, de 23 años de edad, estudiante del programa de capacitación en seguridad cibernética dirigido Cybint de Israel y la iniciativa del Movimiento de Educación Global de la Universidad de Southern New Hampshire.

Amina fue una vez víctima del «phishing» en línea, lo que la llevó a interesarse en la educación sobre ciberseguridad como una forma de aprender a protegerse a sí misma y a los demás. Dijo que había leído estudios que demostraban la necesidad de contar con especialistas en seguridad cibernética en todo el mundo, a medida que la sociedad se vuelve cada vez más digital.

Cada uno de ellos solicitó y fue aceptado en un campo de entrenamiento de educación cibernética para refugiados, un esfuerzo de colaboración entre Cybint, una empresa de ciberseguridad centrada en la educación y fundada en Israel en 2014, y el programa GEM de la SNHU.

El objetivo del campamento de entrenamiento, que comenzó en julio, es ayudar a los refugiados a recibir educación sobre seguridad cibernética, encontrar un trabajo en la industria y eliminar la escasez de profesionales cibernéticos calificados en África.

«Nuestra misión y visión para Cybint es ayudar a las comunidades locales», dijo Nadav Baadany, vicepresidente de desarrollo de negocios de Cybint para Europa, América Latina y África. «Al hacer eso, estamos ayudando a los refugiados cualificados a utilizar básicamente sus talentos y educación a nivel internacional».

Cybint se creó para hacer frente a la escasez de talento en la industria de la ciberseguridad mundial mediante la readaptación y la formación de adolescentes y jóvenes adultos de todo el mundo en campamentos de entrenamiento remotos.

Los campamentos de entrenamiento, que Cybint comenzó a organizar en 2018 y que han producido más de 200 graduados, están diseñados para preparar a personas que tienen poca o ninguna experiencia en TI para trabajos en el sector de la ciberseguridad, ya sea a través de un curso a tiempo completo de 12 semanas o a tiempo parcial de 24 semanas.

La sesión de 12 semanas en la que se inscribieron Tuyisenge y Amina es la primera que Cybint ha realizado conjuntamente con la SNHU, y en ella se impartieron clases gratuitas a los 15 estudiantes inscritos, dos de Kenya, dos de Sudáfrica y el resto de Rwanda.

El campamento de entrenamiento es intensivo y exigente, dijo Baadany, y abarca los aspectos básicos de las computadoras, la memoria, las redes y el análisis de programas maliciosos, entre otras cosas.

Debido a la pandemia de coronavirus, el campamento de entrenamiento era totalmente remoto. Para prepararse para esto, Cybint y SNHU se aseguraron de que todos los estudiantes tuviesen ordenadores portátiles, tarjetas SIM y suficiente electricidad para durar al menos ocho horas al día.

Pero Tuyisenge dijo que todavía se enfrentaba a desafíos, como problemas con su equipo y la conectividad de la red. Dijo que podía pasar un día entero sin poder acceder a su correo electrónico.

La última semana de la sesión se centró en el desarrollo de la carrera – usando LinkedIn, elaborando currículums y preparándose para las oportunidades de trabajo. Los estudiantes reciben un certificado, detallando el currículo del programa para que lo vean los posibles empleadores.

Este grupo se graduó a finales de octubre, pero Baadany dijo que el impacto del curso se extiende mucho más allá de la graduación. «El SNHU y nosotros, nos asociamos para ayudar a los refugiados a aprovechar su formación para que puedan alcanzar mejores objetivos profesionales y contribuir a sus talentos, y básicamente para aumentar su potencial», dijo Baadany. «Para nosotros es más importante que la gente consiga un trabajo, en lugar de sólo un certificado».

Tuyisenge no sabía mucho sobre educación cibernética antes de este campo de entrenamiento. Dijo que su comprensión de los sistemas informáticos se ha ampliado enormemente en las últimas semanas, y ha desarrollado una capacidad para practicar con éxito la ciberseguridad y la privacidad digital.

Tiene la esperanza de conseguir un trabajo en la industria de la ciberseguridad que le permita trabajar en la protección digital de personas u organizaciones.

Amina dijo que la educación cibernética le ha dado la esperanza de encontrar pronto una buena oportunidad de empleo, ya sea en Sudáfrica o en cualquier otro lugar del mundo, después de un largo período de desesperanza. «Ahora tengo la suficiente confianza en que puedo trabajar como consultora de seguridad», dijo Amina. «Espero tener una carrera en este campo», agrega.

Baadany dijo que después de ser testigo del éxito de este campamento piloto de colaboración, tiene la esperanza de que Cybint tenga una asociación continua con la SNHU y se expanda a grupos más grandes.