Agencia AJN.- El líder de la oposición y ex primer ministro de Israel, Yair Lapid, se opuso en una conferencia de prensa antes de la reunión semanal de su partido (Yesh Atid), a una decisión que el gobierno liderado por Netanyahu planea aprobar esta semana, que dice que «los valores del sionismo, tal como se expresan en la Ley Básica: Estado-nación del pueblo judío, serán los valores principales y decisivos a la hora de establecer la política pública, la política interior y exterior, la legislación y las acciones del gobierno y de todas sus unidades e instituciones».

Lapid advirtió que la decisión era discriminatoria contra los drusos, incluidos los que sirvieron en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), y que en lugar de representar al sionismo, »representaba el racismo».

«Según este proyecto de ley, si un judío evade el reclutamiento de las IDF, recibirá más que él [ex soldado druso de las IDF]», expresó Lapid.

«La inteligencia artificial debería reemplazar a todo el gobierno» de Netanyahu, concluyó el ex primer ministro.

La respuesta del oficialismo

Tanto el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, como el ministro de Desarrollo del Néguev y Galilea y Resiliencia Nacional, Yitzhak Wasserlauf, respondieron duramente al líder de Yesh Atid, con Ben-Gvir calificándolo como un «ignorante y mentiroso».

Además, ambos señalaron que el proyecto de ley concedería los mismos beneficios a los ex soldados de las IDF sin importar de qué sector procedieran.

Wasserlauf, añadió que Lapid había ignorado el hecho de que ya no hay mayoría judía en Galilea, y que sólo las ciudades judías tienen un límite en el número de nuevos residentes que pueden aceptar, mientras que las ciudades árabes no tienen límite. La decisión rectificaría así la discriminación contra los judíos en Galilea, aseguró Wasserlauf.

El ministro de Desarrollo del Néguev y Galilea y Resiliencia Nacional agregó que «el sionismo no es racismo. El sionismo es la realización de la visión del Estado de Israel como un Estado judío y democrático. Es hora de que Lapid aprenda esto».

La propuesta del oficialismo pretende poner en práctica el contenido de lo que se conoce como «Ley del Estado-Nación». Entre otras disposiciones, la ley, aprobada en 2018, establece que «el Estado considera el desarrollo del asentamiento judío como un valor nacional y actuará para fomentar y promover su establecimiento y consolidación».

Según Wasserlauf, su propuesta «establecería y reforzaría la conexión del pueblo judío con esta tierra. [Nos permitiría] dar preferencia a los soldados de combate, específicamente, y a los que sirven, en general, y reforzar los asentamientos en el Néguev y Galilea».

Los ministros haredíes (ultra ortodoxos) mostraron su preocupación por que sus electores, la gran mayoría de los cuales no sirven en el ejército y no se adhieren al sionismo por su nombre, sufrieran discriminación.

El gabinete retrasó la votación de la propuesta al lunes, con el fin de introducir ligeros cambios en la redacción para que los haredim no perdieran sus beneficios. Sin embargo, hasta el momento, la propuesta aún no fue aprobada.