El actor y director Max Berliner, referente más importante del teatro idish en Argentina, será reconocido hoy con una remodelada sala teatral con su nombre, en el tradicional colegio judío Scholem Aleijem de Buenos Aires, en el que se desempeñó durante casi seis décadas como profesor.
"Significa algo muy fuerte que el lugar donde representé obras con miles de alumnos lleve mi nombre", expresó emocionado el actor de "La Patagonia
Rebelde" y "La mala vida", y fundador del los teatros ARTEA y Teatro Para Todos, a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
El colegio, ubicado en el barrio de Villa Crespo, inaugurará formalmente la sala en homenaje al "baluarte" de la institución esta noche a las 20.
Berliner, de 89 años, fue profesor de música y teatro en idish durante casi 60. Sus últimos trabajos fueron en "Tumberos" y "Disputas", en televisión, y
"El Golem" como director.
Roberto Goldfarb, el empresario que donó los fondos para la remodelación, remarcó a AJN el significado afectivo del reconocimiento, no sólo porque
Berliner fue su maestro mientras era alumno de la institución sino por la fuera ligazón emocional que lo une con el colegio.
"Yo soy hijo de uno de los fundadores de la escuela, toda mi vida rondó alrededor de ella", expresó, "por eso cuando me enteré que el teatro estaba deteriorado se me ocurrió que era una muy buena idea reformarlo y ponerle el nombre Max Berliner, para homenajear al gran maestro".
Por su parte, el director ejecutivo del Scholem, Gustavo Weich, explicó a esta agencia la intención de distinguir en vida a los "hitos", las personas
que "marcaron historia" en la escuela.
Moshé Korin, director de Cultura de la AMIA, también recordó la "capacidad" de Berliner para preparar obras de teatro infantiles en idish "con 100 o 150
chicos en el escenario".
"Era toda una vivencia ensayar en los teatros Avenida o Astral", continuó.
Korin destacó, además, que Berliner actuó en el teatro y el cine nacional donde hizo "conocer a través de sus personajes la cultura judía" y realizó
un "aporte judío a la cultura universal".
"Muchos de los que no conocían la cultura judía, se acercaron a ella a través de las obras y de los personajes que (Berliner) interpretó.
Contribuyó con su actuar a formar un mosaico de identidades, de culturas donde cada uno aporta a la sociedad en general, sin renunciar a la propia",
señaló Korin.
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