Agencia AJN.- El primer ministro Benjamín Netanyahu pareció sugerir el domingo que las protestas de los soldados de la reserva contra la revisión judicial fueron un factor en la decisión del grupo terrorista Hamás de lanzar su brutal incursión el 7 de octubre, en otro aparente intento de desviar la responsabilidad por los fallos que condujeron a la guerra.

Varios medios de comunicación hebreos informaron de que Netanyahu cree que, después de la guerra, Israel debe investigar cualquier conexión entre la «insubordinación» y la motivación del líder de Hamás, Yahya Sinwar, para lanzar el ataque mortal, refiriéndose a las negativas de los reservistas a presentarse al servicio por el paquete legislativo altamente divisivo.

Según los tuits de la periodista de Canal 13 Moriah Asraf Wolberg, los comentarios los hizo el primer ministro durante una sesión informativa con periodistas diplomáticos, y la Oficina del Primer Ministro tiene una grabación de la sesión.

Desde el comienzo de la guerra, las Fuerzas de Defensa de Israel han alabado la motivación de los reservistas.

Sólo después de que el ministro Benny Gantz criticara a Netanyahu por los comentarios, la Oficina del Primer Ministro se apresuró a negar que los hubiera hecho.

«El primer ministro dijo antes de la guerra que nuestro enemigo no debe confundirnos, porque, a la hora de la verdad, todos se alistarán, como de hecho ocurrió», rezaba el comunicado.

Aparentando dar marcha atrás, el primer ministro tuiteó más tarde que Hamás lanzó su mortífero asalto contra Israel «porque quiere matarnos a todos y no por ningún argumento interno».

«Hamás se equivocó y, por tanto, será eliminado. Sólo juntos venceremos», añadió.

No sería la primera vez que Netanyahu echa la culpa a los militares de los fallos que condujeron a la devastadora embestida del 7 de octubre. La semana pasada, el primer ministro emitió una rara disculpa tras repetir afirmaciones anteriores de que los jefes de seguridad no le advirtieron de un ataque inminente de Hamás, y afirmó que todos los jefes de seguridad le habían asegurado sistemáticamente que Hamás estaba disuadido.

Netanyahu también ha negado las informaciones según las cuales funcionarios de los servicios de inteligencia egipcios advirtieron al país sobre un ataque inminente.

El 25 de octubre, Netanyahu estuvo a punto de admitir cierta responsabilidad, al afirmar que «todo el mundo tendrá que dar respuestas», incluido él mismo, sobre los fallos que condujeron a la masacre de Hamás, pero sólo después de la guerra.

En su respuesta a las declaraciones de Netanyahu difundidas el domingo, Gantz elogió al alistamiento de reservistas y a la sociedad israelí por su respuesta a la guerra, al tiempo que acusó al primer ministro de «eludir su responsabilidad y lanzarse lodo en un momento en que la guerra perjudica al país.»

«El primer ministro debe retractarse claramente y sin ambigüedades de sus palabras», añadió. «Juntos, toda la sociedad israelí, venceremos».

El grupo de protesta de reservistas Hermanos y Hermanas de Armas, que desde el estallido de la guerra ha dirigido sus recursos y conocimientos organizativos a ayudar en el esfuerzo del frente interno, acusó a Netanyahu de «clavar un cuchillo en la espalda de los soldados durante la guerra.»

«No nos dejaremos confundir por las declaraciones que intentan encubrir la debilidad del primer ministro frente a los ministros que quieren lanzar una bomba atómica», decía el comunicado del grupo, en referencia a los comentarios ampliamente criticados del ministro de Patrimonio, Amichai Eliyahu, que dijo que lanzar una bomba atómica sobre la Franja de Gaza era una opción en la guerra.

«A diferencia de usted y de su hijo, que es un guerrero del teclado en Miami, nosotros ayudamos a ganar al IDF. Toda la nación es un ejército y sólo tú sigues destrozando la nación. No tendrás éxito».

El grupo de protesta de alta tecnología también emitió una declaración en la que arremetía contra Netanyahu: «Seguimos llorando a amigos y familiares que cayeron y fueron asesinados, estamos preocupados por compañeros que se presentaron a la batalla, días después de que les llamaran anarquistas, traidores y ‘Tanzim’, y nuestro primer ministro está metido de lleno en la campaña. Si no fuera peligroso, sería triste».

En el periodo previo a la masacre del 7 de octubre, altos cargos de seguridad y defensa habían advertido de que el país se enfrentaba a posibles amenazas de sus enemigos, mientras la coalición estaba preocupada por sacar adelante su reforma legislativa.

Los militares también habían advertido de que las negativas de los reservistas en respuesta a la reforma habían empezado a hacer mella en sus capacidades.

Israel lanzó su guerra contra Hamás después de que el grupo terrorista llevara a cabo su brutal asalto a las comunidades del sur de Israel, matando a unas 1.400 personas, en su mayoría civiles, y tomando más de 240 rehenes, entre ellos niños pequeños y ancianos. En respuesta a las matanzas, Israel prometió erradicar el grupo terrorista y desde entonces ha atacado miles de objetivos de Hamás dentro de la Franja con ataques aéreos y operaciones terrestres en curso.