Agencia AJN.- Recientemente, la ONU se negó a incluir en la lista de víctimas del terrorismo israelí los nombres de Irina Korolova y del sargento Asil Sawaed, que murieron en sendos atentados terroristas.

Korolova, una trabajadora extranjera ucraniana de 60 años que murió en un tiroteo cerca de una sinagoga de Jerusalem en enero, no será reconocida por la ONU por no tener la nacionalidad israelí.

Siete víctimas murieron en el terrible atentado terrorista, aunque en los registros de la ONU sólo figuran los nombres de seis de ellas. Además, según la definición de la ONU, el atentado se produjo «en territorio palestino ocupado», por lo que se considera que las víctimas eran colonos judíos.

El sargento Sawaed, policía de fronteras israelí muerto por fuego amigo tras ser apuñalado en un atentado terrorista en un puesto de control militar en Jerusalén Este, tampoco será reconocido por la ONU, ya que murió en un incidente de fuego amigo y no por las heridas de arma blanca.

Como ya informó Ynet, la ONU distorsiona los datos relativos al asesinato de ciudadanos israelíes en atentados terroristas. Por ejemplo, la ONU no incluye en la lista de víctimas a Shulamit Rachel Ovadia, asesinada el año pasado en un atentado terrorista en Holon.

La decisión fue tomada por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, que supervisa las crisis internacionales en todo el mundo y publica un informe quincenal con los nombres de las personas muertas y heridas en atentados terroristas, tanto israelíes como palestinos.

Aunque en el informe no se reconoce a israelíes inocentes, sí pueden verse los nombres de terroristas que se enfrentaron a tropas de las IDF. Tras la negativa de la ONU a modificar la lista, Israel informó al personal de la OCHA de que no se les renovaría el visado en el país.

El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, y la organización «Btsalmo» escribieron cartas escalofriantes al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en las que afirmaban que «es inaceptable que los funcionarios de la ONU ignoren este hecho y no tengan en cuenta el recuento completo de víctimas del terrorismo israelí.»

«El único delito de Rachel Ovadia fue estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Ya está bien de que la vergonzosa comisión de investigación ignore el terror palestino y de que sus colegas expresen abiertamente comentarios antisemitas sin que los funcionarios de la ONU los condenen.»

«La falta de voluntad de la OCHA para condenar rápidamente y etiquetar adecuadamente estos actos palestinos como terrorismo sólo anima a los terroristas a continuar con sus acciones. Este comportamiento debe cesar inmediatamente», añade la carta.
El director de «Btsalmo», Shai Glick, añadió: «El antisemitismo de la ONU está alcanzando nuevas cotas. Afirmar que un soldado israelí no murió en un atentado terrorista porque un guardia de seguridad le golpeó es un duro golpe para su afligida familia y para todos los ciudadanos israelíes».

«Desestimar el asesinato de una mujer israelí porque es residente extranjera es una grave violación de los derechos humanos. Decir que una víctima del terrorismo es un colono judío es una declaración antisemita. La ONU ha perdido su brújula moral».