El operador de Bolsa Jorge Cohen, creador de Cohen S. A. Sociedad de Bolsa, afirmó hoy que la crisis financiera internacional va a provocar “una desaceleración de la economía mundial” y advirtió que su “profundidad es difícil de mensurar”.
En este contexto, Cohen explicó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que la crisis trae consecuencias para la Argentina: “Principalmente, nuestras exportaciones y la capacidad de exportar las comodities que nosotros producimos van a estar restringida”.
Además, el operador de Bolsa señaló que también habrá consecuencias en los precios, ya sea en el consumo interno, como en el precio de productos como la soja. 
“Particularmente el de la soja es un precio relevante para la Argentina porque una parte de la recaudación tributaria depende de los ingresos que generan las exportaciones”, explicó.
En relación a esto, Cohen estimó que probablemente la situación derive en un recorte del presupuesto del gobierno que preside Cristina Kirchner.
“El presupuesto de gastos del gobierno para el año que viene va a tener que ser modificado y contenido porque, si tenés una reducción en los ingresos, vas a tener que compensar de alguna manera, porque no disponemos de un financiamiento internacional importante”, sostuvo el titular de Cohen Sociedad de Bolsa.
Explicó a esta agencia que la disponibilidad de crédito internacional es limitada porque “los mercados están sufriendo un importante problema crediticio” y porque “la Argentina está trabajando para recomponer su relación con los inversores institucionales del exterior”.
Con respecto a los efectos de la crisis en la vida cotidiana de los argentinos, Cohen señaló que aunque “todo depende de cuán fuerte sea la disminución del ritmo económico argentino como consecuencia de la disminución de ritmo económico internacional”, se podría pensar que “algunas industrias se van a desacelerar y que esa desaceleración podría eventualmente provocar algún problema de empleo en ese sector particular que se ha desacelerado”.
Sin embargo el operador de Bolsa consideró que “no hay sólo efectos negativos, sino que hay algunos efectos que son relativamente positivos” como la desaceleración de la inflación.
“En un contexto donde el ritmo económico está bajando y donde la confianza del consumidor está cuestionada y el consumidor está preocupado, va a tender a gastar menos y esto hace que no haya espacio para una inflación acelerada como la que veníamos viviendo hasta la primera mitad del año”, explicó.
JR-GB