Pedro Buki, vocal de AMIA, afirmó que “la comunidad (judía) está fraccionada y nosotros (los miembros de la lista ‘AMIA es de Todos’) tratamos de colaborar en lograr algo duradero, con una manera de hacer política con disensos abiertos para tratar de conseguir acercamientos”.
En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Buki señaló que “una de las cosas que deseamos es terminar con la prohibición del jerem (prohibición), (algo) que está dividiendo a la comunidad”.
“Cuando el jerem caiga, podremos acercarnos porque estamos trabajando con honestidad intelectual”, garantizó el dirigente.
Por otra parte, el vocal se refirió a la campaña de recolección de fondos que emprendió la gestión que preside Guillermo Borger para ofrecer por un lado, un incentivo extra a los beneficiarios de AMIA y por otro, destinado a las escuelas judías.
Buki calificó como “positiva” la iniciativa de la mutual judía y afirmó: “Tenemos que evolucionar como comunidad y este es un escalón en la evolución”.
“Me pareció muy buena la idea de recaudar y que los fondos vayan específicamente destinados a la educación y, además, a nosotros como dirigentes nos ayudó a hacer una mitzvá (mandamiento) muy importante”, expresó el dirigente comunitario a AJN.
Buki, quien integró la lista "AMIA es de Todos" junto al Rabino Sergio Bergman y Sergio Brukman, entre otras personalidades de la comunidad, también hizo un balance de la gestión encabezada por el sector de los ortodoxos que se inició cuatro meses atrás.
“Se están manejando bien con una visión amplia en ciertos temas y aferrados a la Halajá en otros. En algunas cosas compartimos visiones y en otras disentimos pero en lo que podemos avanzar juntos, avanzamos”, destacó.
El ex presidente de la escuela Herzl apuntó: “(de acá a tres años)…mi corazón desea y mi razón quiere que podamos acercarnos, abrir barreras y compartir muchas cosas”.
Para el año 5769 que se inició dos semanas atrás deseó que se logre “entendimiento” y se avance “en lograr una comunidad más abarcativa”.
El también presidente del Gran Templo de Paso, uno de los más tradicionales del barrio porteño de Balvanera, subrayó que "las Altas Fiestas transcurrieron con una afluencia de público muy grande y en Iom Kipur (Día del Perdón) el templo estuvo desbordado hasta la calle”.
“Al parecer todo lo que está pasando (por la crisis financiera mundial) influye para que la gente regrese a los templos”, concluyó Buki.
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