Una fuerte controversia surgió este miércoles en el Parlamento australiano cuando los legisladores analizaron una resolución que adhiere a la celebración del 60 aniversario de la independencia de Israel.  
Mientras las dos principales fuerzas política impulsaron la iniciativa y describieron  a Israel como una “robusta democracia” y un “custodio de la libertad” en Medio Oriente, un miembro del público presente en la sesión cuestionó la determinación y preguntó acerca de la decisión de las Naciones Unidas que condenó al Estado por la crítica situación humanitaria en la Franja de Gaza.
La moción fue condenada por manifestantes que aguardaron afuera del Parlamento, en Canberra, y también en avisos publicados en diarios nacionales, según difundió el portal del diario israelí Haaretz.
Los firmantes del anuncio, que incluían miembros del oficial partido Laborista condenaron lo que definieron como “la celebración del triunfo de del racismo y de la limpieza étnica de palestinos desde la masacre de al-Nakba en 1948”.
Entre los opositores se encontraron líderes de agrupaciones que financiaron la campaña política que en su momento llevó al primer ministro australiano Kevin Rudd a la jefatura de gobierno australiano.
Ante 400 representantes de la comunidad judía local especialmente invitados, el dirigente opositor Brendan Nelson dijo que decidió apoyar la moción parlamentaria porque “en un región caracterizada por teocracias y autocracias, Israel cree profundamente en  la libertad del hombre, de discurso, de religión y de reunión”
El premier Rudd, en tanto, reafirmó el compromiso de su país en la creación de un Estado palestino, tal como quedó establecido en el proceso de paz iniciado en noviembre pasado en Annapolis.
“Creemos firmemente que el establecimiento de un Estado palestino independiente es un objetivo central en el proceso de paz”, aseguró Rudd y agregó que “Israel debe contar con fronteras seguras, reconocidas internacionalmente”.
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