«Las palabras del ministro de Relaciones Exteriores israelí son racistas e inaceptables… está claro que nuestro ministro de relaciones exteriores (Jacek) Czaputowicz no viajará a la cumbre», dijo el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, a los medios polacos.

Polonia había convocado a la embajadora israelí Anna Azari para una reprimenda, la segunda en cuatro días, y, según informes, estaba sopesando la opción de retirar a su enviado del Estado judío.

Morawiecki canceló el domingo su viaje a Israel para la cumbre de alto nivel, ya que una disputa diplomática continuó sobre los comentarios hechos la semana pasada por el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre la colaboración polaca con los nazis.

Se esperaba que Czaputowicz asistiera a la cumbre del llamado Grupo Visegrad de países de Europa central en lugar del primer ministro.

Sin embargo, la tensión diplomática entre ambos países se agudizó en las últimas horas, cuando a horas de haber sido nombrado Israel Katz lanzo una fuerte declaración en una entrevista televisiva.

«Soy un hijo de sobrevivientes del Holocausto e incluso nací y crecí en una comunidad formada por sobrevivientes del Holocausto», dijo Katz al Canal 13. «La memoria del Holocausto es algo que no podemos transigir; está claro y no olvidaremos ni perdonaremos.

Nuevo canciller israelí

«En la diplomacia intentas no ofender, pero nadie cambiará la verdad histórica para hacer algo así», agregó. “Los polacos colaboraron con los nazis, definitivamente. Como dijo el (ex primer ministro) Yitzhak Shamir, ellos mamaron el antisemitismo con la leche de su madre”, remató.

Israel tenía previsto recibir hoy a los líderes de los cuatro países del grupo – Morawiecki de Polonia, Andrej Babis de la República Checa, Peter Pellegrini de Eslovaquia y Viktor Orban de Hungría- en un encuentro que se desarrolla en Jerusalem entre hoy y mañana.

La embajada de Polonia dijo al Times de Israel que «el primer ministro está esperando una reacción apropiada de las autoridades israelíes».

Lo cierto es que la tensión diplomática entre Israel y Polonia por la colaboración con los nazis durante el Holocausto no es nueva y tuvo nuevos ribetes esta semana cuando Netanyahu, según divulgó The Jerusalem Post, afirmó en una conversación con periodistas israelíes durante la conferencia sobre Oriente Medio efectuada en Varsovia, que “los polacos colaboraron con los alemanes en el Holocausto”.

En la interpretación del periódico, el líder israelí quería criticar con esas palabras la Ley polaca que penaliza cualquier afirmación o publicación que relacione al Estado con actos de colaboración con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

El entredicho obligó a la Cancillería a salir decir que las palabras de Netanyahu “no son ciertas” y calificó de tergiversación del hecho por parte de la prensa, lo que obligó a The Jerusalem Post a bajar la nota.

El año pasado, el presidente Reuven Rivlin fue lapidario cuando encabezó la “Marcha de la Vida” desde las puertas de Auschwitz a Auschwitz-Birkenau, marcando el Día del Holocausto en Israel.

“Es imposible negar la verdad. La maquinaria de la muerte nazi no habría podido lograr su terrible visión si no hubiera recibido ayuda, si no hubiera encontrado un terreno fértil de odio para los judíos, en el cual tomar raíz”, dijo en un tramo de su discurso dirigido textualmente al presidente Andrzej Duda de Polonia.

“Es verdad, fue Alemania quien estableció los campos, pero nuestro pueblo no fue asesinado sólo en los campos. Los miembros de nuestra nación fueron traicionados por las personas entre las que vivían, en Francia, en Holanda y en Bélgica. Fueron asesinados por ucranianos, lituanos y sí, también por polacos”, incriminó el presidente.

Presidente Rivlin

Siempre en ese contexto, Rivlin sostuvo que “demasiados ciudadanos, en Europa del Este y en Europa Occidental, robaron propiedades judías, tomaron el control de hogares judíos, entregaron a sus vecinos judíos, los asesinaron y dieron la espalda a aquellos que, un momento antes, habían sido parte de ellos. Y cuando los sobrevivientes del Holocausto regresaron después de la guerra, a veces se encontraron con hostilidad, violencia, pogromos y asesinatos”.

“Nadie duda que hubo muchos polacos que combatieron a los nazis, pero no podemos negar que otros colaboraron”, dijo Rivlin.

“Este país permitió la implementación de la horrenda ideología exterminacionista de Hitler y vio la ola de antisemitismo disparada por la ley que usted acaba de sancionar”, completó en referencia a la controvertida ley que penaliza la vinculación del Estado polaco con los campos de concentración.

Hace tres días, Morawieck también hizo una suerte de revisionismo histórico y sostuvo a través de su cuenta en Twitter que “hace casi 80 años, Polonia fue víctima de la agresión brutal y la ocupación bestial de la Alemania nazi. Durante la Segunda Guerra Mundial, más de 6 millones de polacos fueron asesinados, incluidos 3 millones de judíos y polacos de ascendencia judía”.

En ese mismo mensaje transmitió que Alemania asumió la responsabilidad por el exterminio de los polacos y remarcó que Polonia “nunca fue colaboradora de la Alemania nazi”. “Nos pusimos del lado del bien contra el mal absoluto”, aseveró.

Lo cierto es que la crisis diplomática entre Israel y Polonia por las secuelas del Holocausto aún está con las heridas abiertas.