La población judía argentina padece en los últimos años un profundo proceso de envejecimiento como consecuencia de la baja tasa de nacimientos en la comunidad.
Si bien no hay un estudio demográfico preciso sobre la comunidad judía argentina, Yaacov Rubel, un especialista en estudio poblacional, confirmó este envejecimiento de la colectiva.
En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Rubel señaló que “la población judía envejece día a día y no nace la cantidad de chicos necesarios, y a eso se suma el crecimiento de los matrimonios mixtos, de los cuales sólo un porcentaje queda vinculado a la vida judía”.
En este sentido, Rubel citó un estudio realizado en la ciudad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, que puso al descubierto que el segmento de chicos de 0 a 14 años es “inferior” al de personas de entre 70 y 80 años.
“En Bahía Blanca encuestamos 1864 personas, que vivían en 780 hogares, y se determinó que la población judía era bastante vieja”, precisó el analista.
Esta característica se agudizó en los últimos años, y ya a principio de esta década se había alertado sobre una caída de 35 por ciento en la población judía respecto de 1960, lo que indicaría que la cifra de judíos en la Argentina sería de unas 200 mil personas.
Sin embargo, un informe realizado en 2004 por el Joint para América Latina estimaba que la población judía argentina se ubicaba en 244 mil personas.
En este sentido, Rubel tomó distancia de los censos realizados hasta ahora en la comunidad.
“El estudio del Joint puede ser tomado como una base. Pero no estaría tan seguro de los datos. Para encarar un trabajo de esta naturaleza hay que estar seguro que la muestra es representativa”, señaló el especialista.
Rubel explicó que “el punto más complicado es definir quién es judío”. “En un reportaje que le hicieron al profesor (Antonio) de la Pergola respondió que aquel que se dice que es judío es judío. Pero también está el caso de aquel que tiene padres judíos pero dice no ser judío”, agregó.
“Mi intuición es que (en Argentina) hay más judíos de los que uno cree. Por ejemplo, en Bahía Blanca, hay un 80 por ciento más de hogares judíos que los estimados por la comunidad”, señaló el especialista.
En el caso del relevamiento realizado en Bahía Blanca, Rubel apuntó que en la comunidad judía de esa ciudad hay cerca de un 5 por ciento de desocupados.
“Este dato –aclaró- no significa que todos los judíos de Bahía Blanca tengan un buen pasar, porque si bien más del 80 por ciento es dueño de su vivienda, la mayoría de los jóvenes tiene que alquilar”.
Otro dato que Rubel destacó del análisis demográfico de la comunidad judía es el crecimiento de los matrimonios mixtos.
“En la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires se podría estimar que ronda por encima del 40 por ciento”, indicó.
A esto, Rubel agregó que el número de conversiones en la comunidad judía argentina es relativamente “bajo”.
“Son más los matrimonios mixtos sin conversión y se convierten más mujeres que varones. No obstante, eso no significa que esa familia se vaya a alejar de las costumbres”, aclaró.
Por último, un informe realizado sobre la red escolar de la comunidad reveló que en el interior de la Argentina, un 40 por ciento de los matrimonios mixtos manda a sus hijos a colegios judíos.
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