Tensiones y escalada verbal entre Jordania e Irán

La actual situación de tensión entre Jordania e Irán se inició con una amplia entrevista con el diario The Washington Post que el rey Abdullah II concedió a principios de abril. Al referirse a la construcción de asentamientos israelíes y la lucha contra el terrorismo, el monarca advirtió que “estas cuestiones dan munición a los iraníes, a Abu Bakr al-Baghdadi y a su Estado Islámico». Las observaciones del monarca de Jordania sorprendieron a muchos en Teherán porque parecía equiparar al gobierno iraní con ISIS. La respuesta de Irán fue rápida, y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bahram Ghassemi, criticó los comentarios de Abdullah como «tontos y descuidados», reflejando su «ignorancia y visión superficial».

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania convocó inmediatamente al embajador iraní en Amman, Mojtaba Ferdosipour, y reprendió al enviado iraní por el asalto verbal de su país. Las palabras de Ghassemi molestaron especialmente a los jordanos, que esperan que los opositores critiquen al gobierno, pero no al propio rey, una actitud considerada una línea roja en el Reino Hachemita.

Pocos días después, un buen número de jordanos se reunió en la ciudad norteña de Mafraq quemaron banderas iraníes y fotos del líder supremo iraní Ayatollah Ali Khamenei, mientras exigían la expulsión del embajador de Irán del reino.

La verdadera raíz del enfrentamiento

Más allá de estas palabras y gestos, el entredicho refleja el desacuerdo de los dos países en lo concerniente a la política de Medio Oriente y la preocupación de Jordania por lo que sucede, a pocos kilómetros de sus fronteras. Así lo expresó, en esa misma entrevista, el rey Abdullah, quien destacó a las fuerzas del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní que operan a sólo 70 kilómetros de su país y advirtió los “actores no estatales que se acerquen a Jordania no serán tolerados”.

Lo cierto es que la proximidad de fuerzas iraníes o de Hezbollah a su territorio podría ser un elemento sumamente desestabilizador para Jordania, en momentos en que su economía tambalea debido a la gran cantidad de refugiados sirios que debió recibir y el terrorismo acecha. Además, hay antecedentes que indican que Irán y Hezbollah ya han intentado llevar a cabo ataques dentro de territorio jordano.

En 2015, un tribunal militar de Jordania condenó a ocho sospechosos de Hezbollah, siete jordanos de origen palestino y uno sirio, por conspirar para lanzar un ataque terrorista contra objetivos estadounidenses e israelíes dentro de Jordania usando ametralladoras y explosivos caseros, mientras reclutaban miembros para unirse a la organización libanesa. Las fuerzas de seguridad jordanas también frustraron un ataque terrorista del grupo de Bayt al-Maqdis, patrocinado por Irán, con 45 kilogramos de poderosos explosivos que fueron hallados en la vivienda del sospechoso.

La escalada verbal entre Teherán y Amán también tiene su origen en las dos alianzas estratégicas de Jordania, con Estados Unidos y Arabia Saudita, que han adoptado políticas y una retórica especialmente intransigente con Irán. Expertos locales aseguran que, a la luz de los problemas económicos y de seguridad que enfrenta, “Jordania no puede darse el lujo de distanciarse de sus acaudalados patrones”.

Elecciones en Irán: Khamenei: “El próximo presidente debería estar menos comprometido con Occidente”

El líder supremo de Irán pidió a los candidatos presidenciales que defiendan la autosuficiencia económica del país, alejándose aún más de la política del actual presidente, Hassan Rouhani, de abrirse a Occidente y buscar inversiones extranjeras. Los aliados del ayatolá Ali Khamenei, que aspiran a que su facción de línea dura recupere la presidencia, esperan que los votantes castiguen al pragmático Rouhani por el lento ritmo de la recuperación económica, a pesar del levantamiento de las sanciones bajo un acuerdo nuclear, el sello distintivo de su primer mandato. De acuerdo con la televisión estatal, Khamenei advirtió que “los candidatos deberían comprometerse a concentrarse en las capacidades nacionales y locales para resolver los problemas económicos, en lugar de buscar en el extranjero».

El principal rival de Rouhani en las elecciones del 19 de mayo, el influyente predicador Ebrahim Raisi, que prometió crear más de 1,5 millones de empleos al año si es elegido. Otro candidato, el alcalde de Teherán, Mohammad Baqer Galibaf, que asegura que va a generar 5 millones de empleos al año.

En coincidencia con las declaraciones de Khamenei, Raisi – su estrecho aliado – dijo que Irán debería “reactivar las fábricas iraníes para que vuelvan a producir, y para ello no hace falta mirar al extranjero”.

La mayoría de las sanciones impuestas a Irán por su programa nuclear fueron levantadas en 2016 bajo el acuerdo que firmó con las seis grandes potencias, incluyendo Estados Unidos, en 2015. A pesar de ello, los principales bancos del mundo se han abstenido de hacer negocios con Irán debido a los temores de ser penalizados por las sanciones que Estados Unidos aún mantiene vigentes y que no relacionadas con la cuestión nuclear, retrasando así los esfuerzos para reconstruir el comercio exterior y atraer la inversión extranjera.

Aunque la inflación cayó a un solo dígito y el PBI real creció hasta 7,4 %, el FMI informó en febrero pasado que el crecimiento en el sector no petrolero fue de sólo 0,9 %, como consecuencia de las continuas dificultades en el acceso a la financiación».

Arabia Saudita intensifica su campaña de “nacionalización” del trabajo con la expulsión de más de 5 millones de trabajadores extranjeros

A 70 del final de la campaña de “nacionalización” del trabajo, funcionarios de la Dirección General de Pasaportes y del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social de Arabia Saudita aseguran que los primeros resultados “ya son positivos”. Se trata de una campaña destinada a expulsar del país a los trabajadores extranjeros – el 33% de la población del reino saudita – debido a la caída de los precios del petróleo y el aumento de la desocupación.

Bajo el título “Una patria sin ilegales”, la campaña tiene por objeto legalizar a los que trabajan en el país de forma ilegal, en el caso de que presenten la documentación requerida. Sin embargo, todos aquellos que no tengan la documentación, son detenidos, multados y deportados del reino. Las autoridades aseguran que quienes se presenten voluntariamente en esta etapa, tendrán beneficios.
A través de su cuenta de Twitter, la Dirección General de Pasaportes se dirige a los trabajadores extranjeros en urdu, inglés, indonesio, árabe y otros idiomas para informarles en los tweets diarios sobre cómo pueden aprovechar la campaña lanzada el 29 de marzo para regularizar su situación o salir del país antes de que las sanciones sean más graves.

Turki Al-Manea, director general del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social en Qassim, aseguró a Arab News que la campaña «reactivará las economías de las empresas y compañías locales, protegerá a los emprendimientos pequeños y medianos y, al mismo tiempo, reducirá la tasa de desempleo y creará un entorno económico y social seguro».

Por su parte, el príncipe heredero Mohammed bin Naif instó a los trabajadores ilegales a «aprovechar la oportunidad durante el período de gracia asignado y a cooperar para lograr los objetivos de la campaña».

CULTURA Y SOCIEDADES

TURQUÍA

Monumentos, días de recordación y ahora un museo del intento de golpe de Estado de julio de 2015

El intento de golpe de Estado de julio 2015 en Turquía tomó por sorpresa a propios y ajenos, pero el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) no perdió tiempo para iniciar los homenajes y conmemoraciones y calificar la fracasada rebelión como un triunfo de la democracia. Apenas diez días después del golpe, el Puente del Bósforo que fue escenario de un enfrentamiento entre tanques con militares amotinados y los partidarios del presidente Erdogan fue rebautizado como «Puente de los Mártires del 15 de julio». Poco después, el 15 de julio fue declarado feriado, el “Día de la Democracia y los Mártires”.
Ahora, el Ministerio de Cultura de Turquía acaba de presentar la planificación de un nuevo gran museo en las afueras de Ankara – el «Museo de los Mártires y la Democracia del 15 de julio» – para conmemorar la fallida tentativa de destituir al presidente Erdogan.

LÍBANO

Líbano, el país “más saludable” del mundo árabe y su dieta mediterránea

El Líbano se ha clasificado como la nación más saludable del mundo árabe, según el índice de salud global 2017 de Bloomberg publicado el mes pasado. Este país, que tiene 6 millones de habitantes, se ubicó primero entre los países árabes y 32 de 163 en el Global Health Index, que midió la esperanza de vida, causas de muerte y riesgos para la salud.
Para la popular blogger Bethany Kehdy, experta en nutrición y gastronomía, la noticia no fue una sorpresa. Para Kehdy, la principal razón es la dieta mediterránea del Líbano, con abundante uso de granos enteros, frutas, verduras y pescado fresco, con aceite de oliva sustituyendo religiosamente la grasa animal.
«En su mayor parte, cuando consideramos la dieta libanesa, la cocina tradicional y los hábitos alimenticios nos damos cuenta de que en primer lugar, lo más importante, es que gira en torno a cada temporada, lo que significa que se consumen alimentos frescos y en estado nutritivo», declaró Bethany Kehdy a la publicación The New Arab.

Para Kehdy, la variedad nutricional es clave para el estilo de vida saludable del Líbano. “La dieta libanesa gira en torno a las verduras, con salpicaduras de carne y fines de semana dedicados a soltarse y disfrutar de carnes asadas en la parrilla”. La experta también destacó el lugar que ocupan las frutas en esta dieta, que “a menudo se consumen a modo de postre”. Las comidas son en su mayoría equilibrado e incluyen cantidades copiosas de ajo, aceite de oliva y jugo de limón.

The New Arab destaca que “como atestiguan las hordas de clientes que llenan restaurantes libaneses de Río de Janeiro a Tokio, la cocina del Líbano ha ganado hace ya mucho tiempo fama mundial”.

El famoso vínculo entre una dieta mediterránea y la salud en general fue confirmado una vez más por el ranking de Bloomberg, que ubicó a Italia como la nación más saludable del mundo, seguida por Islandia en segundo lugar y Suiza en tercero.