El parlamento israelí (Knesset) celebró este lunes una sesión especial en la que se discutió el fallo de la jueza Tamar Bar Asher-Tzaban, quien la semana pasada determinó que se anulen las órdenes que prohibían a cuatro restaurantes vender pan y productos leudados (hametz) durante la celebración de Pesaj, las pascuas judías.
La sesión fue convocada por el diputado Shmuel Halpert, del partido Judaísmo Unido de la Torá, quien dijo que la decisión de la jueza “daña la identidad judía del Estado de Israel”.
La magistrada Asher-Zaban determinó que, en virtud de la ley israelí, está permitida la venta de hametz en mercados, restaurantes y pizzerías durante Pesaj, debido a que, según ella, estos negocios no están comprendidos en la definición de “lugares públicos” a los que se aplica la prohibición de conformidad con la ley vigente.
Halpert agregó que la interpretación de la jueza “contradice el significado” que los legisladores quisieron otorgarle al texto de la ley y “ofende tanto a la naturaleza judía de Israel como al estatus quo”.
El presidente del Partido Religioso Nacional, Zevulun Orlev, también rechazó la decisión y expresó que se trata de un fallo “lamentable” que “no se ajusta a la realidad”. También pidió que el procurador general, Menachem Mazuz, apele la decisión.
Por su parte, la presidente de la Knesset, Dalia Itzik, determinó que la cuestión de la venta de hametz durante Pesaj debe ser decidida por el Parlamento, y que no es competencia de los tribunales tratar este tema.
El ministro de Comercio, Eli Ishai, líder del partido ultra ortodoxo Shas, enfatizó que los religiosos insistirán en que se modifique la ley, y afirmó que prepararán un proyecto que no dará lugar a interpretaciones diferentes.
Por otra parte, miembros del partido Meretz se opusieron a la modificación de la ley, y pidieron que en lugar de reformarla, el parlamento derogue la norma.
“¿Desde cuándo la identidad judía depende de si se come o no pan durante Pesaj?, dijo el diputado Zahava Gal-On, en declaraciones reproducidas hoy por la prensa israelí.
Y agregó: “Respeto el derecho de la gente de comer comida kosher durante Pesaj, pero también respeto el derecho de aquellos que quieren ir a un establecimiento público y comer lo que quieran. Israel no se trata de imponer nada por la fuerza.”
En la misma línea, el diputado Yossi Beilin, instó a los sectores religiosos a aprovechar esta situación para “corregir su error histórico”.
“No nos obliguen a hacer cosas porque cualquier coacción religiosa de este tipo sólo nos distanciará de ustedes”, concluyó Beilin.
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