Agencia AJN.-  Sievierodonetsk y su ciudad vecina, Lisichansk, siguen siendo azotadas por intensos bombardeos rusos, mientras Moscú se está cada vez más cerca de controlar el último reducto de resistencia en la región ucraniana de Luhansk oriental. El gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, declaró el miércoles que las fuerzas rusas se dirigían hacia Lysychansk, apuntando a los edificios de la policía, la seguridad del Estado y la fiscalía.

«Lisychansk está sufriendo constantemente el fuego enemigo (…) Los bombardeos masivos destruyeron significativamente la infraestructura y las viviendas», dijo Haidai en un post en Telegram

Sievierodonetsk también es bombardeada «todos los días», agregó.

Funcionarios ucranianos expresaron que los próximos días serán decisivos en los esfuerzos de Rusia por tomar Sievierodonetsk, mientras crece el temor en Kiev de que los avances rusos puedan envolver toda la región.

Se cree que Rusia controla ahora toda Sievierodonetsk, a excepción de la planta química de Azot, donde se esconden unos 500 ciudadanos y un número desconocido de tropas ucranianas.

Oleksiy Arestovych, asesor del presidente Volodymyr Zelenskiy, dijo el martes por la noche que las fuerzas rusas podrían cortar pronto Sievierodonetsk y Lysychansk del territorio controlado por Ucrania.

«La amenaza de una victoria táctica rusa está cerca, pero aún no lo consiguieron», explicó Arestovich en un video online.

Rusia lleva meses intentando capturar Sievierodonetsk y Lysychansk, bombardeando gran parte de la infraestructura civil de la zona en el proceso.

El control de las dos ciudades daría a Moscú el mando de toda la región de Luhansk y permitiría a sus fuerzas centrarse en la vecina región de Donetsk. Las provincias de Luhansk y Donetsk juntas se conocen como el Donbás.

Durante su discurso nocturno del martes, Zelenskiy admitió que la situación militar en Luhansk era muy difícil, ya que Rusia intensificó sus esfuerzos para expulsar a las tropas ucranianas de zonas clave.

«Ese es realmente el punto más difícil. Los ocupantes están presionando fuertemente», detalló el presidente.

En su último informe de inteligencia, el Ministerio de Defensa británico dijo que era «muy probable que Rusia se esté preparando para intentar desplegar un gran número de unidades de reserva en el Donbás», en un intento de obtener más ganancias en la región. Gran Bretaña dijo además que los separatistas prorrusos estaban experimentando un «extraordinario desgaste» en el Donbás.

En el resto de Ucrania, Rusia reanudó el miércoles por la mañana sus bombardeos contra Jarkov, la segunda ciudad más grande del país.

El martes, Oleh Synegubov, el gobernador regional, dijo que al menos 15 civiles murieron en la región de Kharkiv como resultado de los ataques rusos contra la infraestructura civil.

La ciudad, que estaba volviendo a la vida normal después de que Ucrania hiciese retroceder a las fuerzas rusas, sufrió algunos de los peores bombardeos rusos hasta la fecha en la última semana, mientras crece la preocupación en kiev de que Rusia esté preparando otro ataque contra la capital.

El ejército ucraniano dio el miércoles más detalles sobre el ataque del lunes en la Isla de la Serpiente, diciendo que había destruido un sistema de defensa aérea ruso, una instalación de radar y vehículos en la isla estratégicamente importante controlada por Rusia en el Mar Negro.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia expresó que impidió el ataque ucraniano, que según Moscú pretendía desembarcar soldados ucranianos en la isla.

«El infructuoso ataque con fuego obligó al enemigo a abandonar el desembarco en la Isla de la Serpiente»,  aseguró el ejército ruso en un comunicado.

Las imágenes de satélite proporcionadas por la empresa estadounidense Maxar Technologies mostraron el martes una vista general de la Isla de la Serpiente, con daños visibles en la torre del extremo sur de la isla y vegetación quemada en varios lugares.