“Israel debe ser borrado del mapa” era uno de los lemas pintados en los misiles Shihan-3 que se exhibieron en el evento, en el que se conmemoraba la guerra entre Irán e Irak que se llevó a cabo entre 1980 y 1988.
La presencia de un agregado de defensa alemán en el desfile militar fue motivo de gran vergüenza para el ministerio de Relaciones Exteriores en Berlín, según informó el diario
The Jerusalem Post.
En una inusual medida, el canciller Frank-Walter Steinmeier le ordenó a Honsowitz que regrese a su país el 29 de septiembre.
Jens Plötner, vocero de la cancillería comentó en un e-mail al Post: “El canciller Steinmeier estuvo muy molesto por la participación del agregado militar de la Embajada de Alemania en el desfile militar de Teherán. El embajador alemán fue inmediatamente llamado a Berlín para una serie de consultas”.
Por su parte, otra vocera de la cancillería señaló que la Unión Europea acordó hace tres años no asistir al desfile militar anual, y agregó que “slogans anti-israelíes y anti-estadounidenses” fueron exhibidos en el evento.
La vocera también comentó que el agregado pretendía obtener información sobre la tecnología militar iraní, pero que su conducta fue “inaceptable y extraña” dado que podría haber observado el desfile por televisión.
Luego de una “serie de reuniones” en Berlín acerca de permitir que el agregado militar asista al show de armas de Irán, Honsowitz regresó a su puesto en Teherán, donde permanecerá hasta que concluya su mandato en 2009.
El vocero Plötner concluyó en el e-mail enviado al Post que “la Cancillería no da información acerca del contenido de las discusiones internas entre jefes y subordinados”, como las que mantuvo Honsowitz con el Secretario de Estado Reinhard Silberberg acerca de lo ocurrido.
En tanto, el agregado militar concluyó su gestión en septiembre y ya no se encuentra en Irán.