Moshé Idel, docente e investigador de la Universidad Hebrea de Jerusalem y uno de los intelectuales más respetados en el mundo, afirmó que en las tres religiones monoteístas “los nombres divinos son utilizados para crear la experiencia de unión con Dios".
Idel realizó esta afirmación al dar una conferencia sobre "Misticismo en la tradición Abrahamica" auspiciada por la Secretaría de Culto de la Nación en el auditorio de la cancillería de la calle Esmeralda, en Buenos Aires.
Acompañado por un panel de intelectuales que siguieron su exposición, Idel, discípulo del filólogo, historiador y teólogo israelí Guershom Scholem, intentó, con un minucioso poder de síntesis, presentar su visión acerca de las similitudes y características principales que existen entre las formas de misticismo que desarrollaron las tres religiones monoteístas: el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam.
"Uno de los elementos que comparten las tres formas de misticismo es la técnica que utilizan para alcanzar las experiencias místicas. La técnica es la misma para las tres religiones: los nombres divinos son utilizados para crear la experiencia de unión con Dios", explicó Idel.
El profesor agregó: "La necesidad de perfeccionarse a uno mismo para que nada del exterior pueda afectar la propia actitud, es una técnica que se repite en las tres religiones".
Durante su explicación acerca de las similitudes que son "denominador común" de estas tres grandes religiones monoteístas, Idel, enfatizó en el concepto de la "imitación".
"Existe en las tres religiones un intento de imitar a las grandes figuras del pasado. En el judaísmo la figura a imitar es la de Moisés, en el Cristianismo la de Jesús y en el Islam la del profeta Mahoma", señaló.
Consultado sobre "el sentido" del estudio de la Cábala, Idel, respondió: "La cábala no tiene menos sentido que cualquier otra actividad humana…creo estar tratando el desarrollo del espíritu humano. No encontré verdades absolutas sobre el misticismo judío, yo quiero presentar nuevas perspectivas y no verdades científicas", culminó el catedrático.
Sobre el final de su presentación, Idel instó a sus interlocutores a "penetrar los textos de las escrituras sagradas" teniendo en cuenta que son ellos, los textos, la fuente principal de la que se nutren los místicos.
Quienes contribuyeron a enriquecer la temática junto a Idel fueron representantes argentinos de la cultura, la historia y la religión.
De este modo completaron el panel Daniel Colodenco, traductor del último libro de Idel y director de la editorial Lilmod; el rabino Daniel Goldman de la comunidad BetEl y director del Instituto para el Diálogo Interreligioso;  Francisco García Bazán, investigador del CONICET en filosofía e historia de la religión; y Ricardo Elía, director del Departamento de Estudios del Centro Islámico en la Argentina.
El secretario de Culto, embajador Guillermo Olivieri, abrió el encuentro con un mensaje del canciller argentino, Jorge Taiana, para Moshé Idel en el cual destacó el fenómeno significativo que tiene para la cultura argentina la presencia de uno de los más grandes investigadores de la Cábala en el mundo.
Moshé Idel nació en 1947, en Rumania, se doctoró en la Universidad Hebrea de Jerusalem en Filosofía Judía y Cábala.
Su destacada contribución a los estudios sobre la mística, la cábala y la religión se ve reflejada en una enorme producción literaria que describe todo tipo de experiencias espirituales en las que el objetivo final pretende llegar al grado máximo de unión del alma humana a lo sagrado durante la existencia terrenal.
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