Agencia AJN.- Desde afuera, la situación actual de Israel podría parecer un nido de abejas furiosas apiñadas en una secadora: caótica y en crisis. Pero para los inversores internacionales que se interesan por el sector de la tecnología climática del país aún hay mucho por descubrir.

El Informe sobre el Estado de la Tecnología Climática 2024-2025, publicado conjuntamente por la Autoridad de Innovación de Israel y PLANETech, presenta un panorama de un ecosistema que, a pesar de la agitación global y local, se mantiene firme y, en muchos sentidos, crece.

Confianza extranjera en la innovación israelí

El informe señala una caída del 39 por ciento en las inversiones en tecnología climática en Israel durante el año pasado (de mil millones de dólares en 2023 a 613 millones en 2024), lo que va en sintonía con una disminución global del 41 por ciento. Sin embargo, el sector sigue en plena actividad, con 946 empresas activas, incluyendo 49 de reciente creación en los últimos 12 meses.

De las 49 nuevas startups de tecnología climática fundadas desde mediados de 2023, el 27% se centra en tecnologías alimentarias avanzadas, mientras que otras abordan la agricultura inteligente y el desperdicio de alimentos. Casi una cuarta parte de estas empresas ya han recaudado un total de 15.360.000 dólares.

El año tuvo sus descensos. La tecnología climática representó el 14,5% de toda la inversión tecnológica israelí en 2023 y esa cifra se redujo significativamente al 6,4% en 2024. Las grandes rondas de financiación (de 10 millones de dólares o más) disminuyeron de 25 en 2023 a 14 en 2024.

Dicho esto, las empresas de tecnología profunda en etapa inicial, especialmente las que surgen de las incubadoras tecnológicas de Israel, continúan atrayendo la atención y al menos 10 capitalistas de riesgo internacionales realizaron repetidas inversiones en nuevas empresas israelíes el año pasado. Las principales corporaciones globales, incluidas Microsoft y el Grupo Volkswagen, continúan participando a través de ramas de riesgo corporativo.

Aunque el número de rondas de financiación cayó de 135 a 90, los inversores internacionales participaron en más del 90% de esos acuerdos, lo que demuestra que los inversores extranjeros todavía creen en las empresas israelíes de tecnología climática.

“Aunque las inversiones globales disminuyen drásticamente, Israel mantiene una relativa estabilidad, continúa estableciendo decenas de nuevas empresas y goza de una sostenida confianza internacional”, afirmó Dror Bin, director ejecutivo de la Autoridad de Innovación de Israel (AII).

“Más del 90% de las inversiones involucran a socios extranjeros, un claro mensaje de confianza global en la innovación israelí.”

Crecimiento en la fase inicial

Alrededor del 58% de las startups israelíes de tecnología climática se encuentran en las etapas presemilla y semilla, lo que significa que existe un gran potencial de crecimiento a largo plazo. Al mismo tiempo, el 18% ya ha alcanzado la Serie A o posterior, lo que significa que el sector también está experimentando un crecimiento a corto plazo.

La AII ha seguido respaldando al sector con un aumento de la inversión pública. Solo en 2024, inyectó una cifra récord de 105 millones de dólares, parte de los 257 millones de la financiación pública total de los últimos tres años. Las empresas israelíes también aportaron 105 millones de euros a través del programa Horizonte Europa de la UE entre 2021 y 2023.

El informe concluye que, con 9.500 millones de dólares recaudados desde 2018 y un crecimiento proyectado de 2 billones de dólares para 2030, el sector de la tecnología climática de Israel no solo está sorteando tormentas geopolíticas y económicas, sino que también sienta las bases para una futura expansión.

“A pesar de la compleja situación de seguridad, el ecosistema de tecnología climática de Israel sigue demostrando una resiliencia excepcional”, afirmó Rotem Trivitsky, director de PLANETech. “En un mundo donde el sector de la tecnología climática se enfrenta a retos de crecimiento y madurez, esta resiliencia es justo lo que se necesita para lograr un verdadero avance.”

Agencia AJN.- Un nuevo tratamiento desarrollado por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem en conjunto con el Cuerpo Médico de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) podría transformar por completo la atención médica de emergencia en situaciones de trauma severo, tanto en el ámbito militar como civil.

La investigación, publicada recientemente en la revista Scientific Reports, demostró que la activación de una proteína específica —conocida como PKC-ε (Proteína Quinasa C épsilon)— después del inicio de una hemorragia masiva puede triplicar las tasas de supervivencia.

El estudio, liderado por los doctores Ariel Furer y Maya Simchoni del Instituto de Investigación en Medicina Militar (proyecto conjunto entre la Universidad Hebrea y el Cuerpo Médico de las FDI), simuló un shock hemorrágico extrayendo el 35% del volumen sanguíneo de modelos animales. Al aplicar el tratamiento apenas cinco minutos después del inicio de la hemorragia, la supervivencia saltó de un 25% a un 73%.

La clave del tratamiento es que ayuda a estabilizar las funciones cardiovasculares: mantiene la presión arterial, el ritmo cardíaco y la capacidad del corazón para bombear sangre. Además, se observó una mejora en la función mitocondrial del tejido cardíaco, es decir, ayuda a que las células generen energía suficiente para resistir el daño y mantener los órganos funcionando.

“Las hemorragias masivas siguen siendo uno de los mayores desafíos en la medicina de emergencia, tanto en el campo de batalla como en accidentes civiles”, explicó Furer. “Este avance abre una nueva puerta para tratamientos que podrían cambiar radicalmente las tasas de supervivencia en situaciones críticas.”

Actualmente, el tratamiento estándar para este tipo de emergencias es la reposición de fluidos, pero este método muchas veces genera complicaciones adicionales y daños en los tejidos. El enfoque israelí con PKC-ε parece no sólo estabilizar al paciente, sino además proteger los órganos contra ese tipo de daño secundario.

A pesar de los resultados alentadores, los investigadores subrayaron que es necesario avanzar hacia ensayos clínicos para confirmar su efectividad en humanos. Sin embargo, el potencial es enorme, sobre todo para el uso por parte de equipos de primeros auxilios y médicos en zonas de combate o en escenarios de catástrofes.

Con este desarrollo, Israel vuelve a posicionarse a la vanguardia de la medicina de emergencia, aportando conocimiento y soluciones que podrían salvar miles de vidas en todo el mundo.

Fuente: Israel21.