Israel no resultará afectado por los efectos de la crisis económica que padece Estados Unidos, que podría caer en un período de recesión, expresó Gaby Fischer, un argentino que se desempeña como jefe de Gabinete del Banco de Israel.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Fischer opinó que la situación de la economía estadounidense sólo tendrá una influencia "moderada" en los mercados israelíes
"En el sector donde se sentirá más la crisis será en la exportación tecnológica, porque  un tercio de los productos son vendidos a Estados Unidos. En ese rubro se verá una disminución" de la actividad, evalúo el funcionario.
Sin embargo, Fischer dijo que el Producto Bruto Nacional, que desde 2003 tuvo un crecimiento anual promedio del 5 por ciento, se mantendrá en los niveles habituales.
“El sistema financiero en Israel mantiene la fluctuación de los mercados. Igualmente, la situación en el área es estable y el crecimiento del PBI será similar al de otros años”, agregó el directivo argentino.
El Banco Central de Israel anunció ayer un crecimiento económico del 3,2 por ciento para este año, una cifra menor al 5,3 por ciento registrado en 2007.
Fischer, sin embargo, consideró que la cifra finalmente rondará el 4 por ciento y que la caída “será sólo por este año”. Para 2009 se prevé un crecimiento “al mismo ritmo que años pasados”, expresó.
La alteración económica no provocará un aumento en los precios de los productos, aunque sí tendrá una influencia en la Bolsa, donde se perderán inversiones.
Israel “pasará bien el año, mantendrá su inflación entre el 1 y 3 por ciento y no identificamos motivos de preocupación o alerta”, afirmó Fischer.
Este miércoles, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), Ben Bernanke, reconoció que la primera economía mundial puede caer en recesión como consecuencia de la crisis financiera que se desató en el mercado hipotecario.
"Ahora parece probable que el producto bruto interno real no crezca mucho, si es que crece, durante el primer semestre de 2008, e incluso podría contraerse ligeramente", afirmó Bernanke ante la Comisión Económica Conjunta del Congreso estadounidense.
Esas palabras tuvieron un impacto negativo en los mercados: el dólar retrocedió tras el discurso y los índices de Wall Street cerraron con pérdidas.
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