Sergio Burstein, miembro de la organización Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA, evaluó que el acto realizado contra el antisemitismo el martes frente a la sede de la mutual "fue sumamente positivo" con respuestas desde el Gobierno que "realmente fueron importantes", silencios y negativas por parte de la oposición y la titular del INADI, María José Lubertino, y una "actitud un poco más comprometida" por parte de la dirigencia comunitaria.
"El acto lo llevamos a adelante porque teníamos la necesidad de decirle a la sociedad argentina todo lo que estaba pasando y notamos que había una tibieza preocupante en cuanto a cada uno de los distintos estamentos que tenía la posibilidad de modificar esto y de denunciarlo", explicó Burstein en declaraciones a al Agencia Judía de Noticias (AJN).
El familiar expresó que el antisemitismo "es un tema que no compete solamente a la comunidad judía argentina, esto es de la sociedad argentina toda. Que no nos quieran encerrar en un tema judío, como quisieron hacer con el atentado a la AMIA y por lo cual los familiares venimos luchando hace 15 años".
"Es un tema de la sociedad argentina que quiere vivir en paz y no puede, viendo lo que está escrito en las calles o las bandas encapuchadas enarbolando esvásticas que andan circulando por la calle. No hay que ser judío para tener miedo y la sociedad argentina, no tengo duda de que tiene miedo, o que les preocupa", agregó.
Dentro de los resultados positivos del acto, Burstein destacó "reacciones casi inmediatas del gobierno, desde el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timmerman, y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Duhalde, con una posición y definición que hasta entonces no había sido pública".
Según el familiar: "Vemos una dirigencia comunitaria con una actitud un poco más comprometida a la que existía del martes hacia atrás", aunque sostuvo que "aún permanecen en la tibieza en el tema (de la titular del INADI, María José) Lubertino".
"Nadie puede sacar o poner funcionarios", expresó, pero solicitó que "la dirigencia comunitaria se expida y diga sí les brinda confianza y sí creen que (Lubertino) puede tener la capacidad de discernir en un tema tan urticante y tan difícil como este".
Burstein comentó, dentro de los resultados negativos del acto, las manifestaciones de la titular del INADI, que "cada vez que quiso dar un explicación, cada vez embarró más la cancha".
"Seguimos sosteniendo que debe renunciar al cargo", declaró el familiar y agregó que ella "es parcial, más aún cuando trata de transferir la culpa de lo que no hizo en los otros. Lubertino no nos inspira confianza al no ser imparcial en este tema".
Y acotó: "Nosotros estamos dentro del marco de la ley, los familiares de las víctimas de la AMIA no tenemos la necesidad de apretar a nadie porque vamos por la verdad y así podemos mirar a los ojos a cualquiera. Pedimos lo que es correcto y es justo y no vamos a permitir que se distorsione lo que nosotros hacemos y decimos. Esta señora, desde el primer día, sigue distorsionando y descargando responsabilidades en nosotros. Que se haga cargo de lo que no hizo y de lo que dijo".
Además, Burstein destacó la respuesta de toda la sociedad, luego del acto: "No eran judíos, sino simplemente ciudadanos dolidos y preocupados por lo que estaba pasando".
El familiar volvió a denunciar a la oposición, que "sigue con la boca cerrada y no emitió una sola palabra, como que la comunidad judío argentina, que es parte de la sociedad argentina y el resto de la sociedad, este tema no es importante".
"Es vergonzoso, son una vergüenza", afirmó.
Por su parte, José Rosemberg, también miembro de Familiares, señaló a la Agencia Judía de Noticias que a partir del acto que la comunidad judía realizó frente a la sede de la AMIA el martes pasado, los dirigentes comunitarios y el gobierno comenzaron a actuar frente al rebrote del antisemitismo en la Argentina.
“Gracias a ese acto que hicimos como reacción natural frente a los carteles, las remeras de Hezbollah y los cánticos antisemitas, los dirigentes comenzaron a hacer algo, y las autoridades argentinas empezaron a hablar, desde (Héctor) Timerman hasta Aníbal Fernandez. Bienvenido sea”, opinó Rosemberg.
Siempre en diálogo con esta agencia, el familiar afirmó que “está clarísimo” que el conflicto en Medio Oriente es utilizado como excusa para expresar el antisemitismo que existe en el país. 
Rosemberg también se refirió a las últimas declaraciones de la titular del INADI y se indignó ante el pedido del piquetero oficialista Luis D’Elía de que los judíos repudien a “su gobierno”, en referencia al Estado de Israel. 
“Lubertino no está en condiciones de ejercer su función. No puede decir que porque Israel invadió Gaza los judíos de Argentina merecen la reacción de estos grupos antisemitas. ¿Qué quiso decir, que si voy por la calle alguien me puede pegar porque Israel decidió destruir las instalaciones de Hamas después de haber sido bombardeados durante ocho años?”, preguntó, por último, Rosemberg. 
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