Agencia AJN.- El Gobierno de Bashar al Assad izó la bandera oficial siria en la ciudad de Daraa, tras un operativo militar que duró casi un mes y provocó centenares de muertos y unos 300.000 desplazados en este bastión rebelde.

De acuerdo con la agencia Reuters, la bandera fue colocada por soldados sirios – que llegaron al lugar en vehículos oficiales y escoltados por militares rusos – en la oficina central de correos, el único edificio gubernamental que estaba en manos de los rebeldes desde 2011.

La agencia oficial de noticias SANA informó que “unidades del Ejército árabe sirio entraron en el área de Daraa al-Balad e izaron la bandera nacional frente a la plaza principal, tras declarar la ciudad libre de terrorismo, lo cual anuncia el regreso de la seguridad y estabilidad”.

Cabe recordar que la rebelión que generó esta cruenta guerra civil que desangra Siria desde hace 7 años comenzó allí, en Daraa.

En plena Primavera Árabe, el 17 de enero de 2011, el adolescente Mouawiya Syasneh – hijo de musulmanes sunitas – escribió junto a tres amigos un grafiti que decía: “Es tu turno, doctor”. Bashar al Assad es conocido en su país como “el doctor”, ya que es oftalmólogo. Además, acababan de caer los gobiernos de Túnez y Egipto, y el grafiti no dejaba lugar a dudas.

Lejos de tomarlo como una broma de niños, el Mukhabarat – la policía secreta – arrestó a Syasneh esa madrugada. Lo golpearon y torturaron hasta que confesó los nombres de los otros tres adolescentes, que también fueron arrestados.

A partir de ese día, los padres de los adolescentes comenzaron a marchar y manifestarse para que les devolvieran a sus hijos, y eso sucedió el 12 de marzo. Los jóvenes fueron entregados a sus familias con claros signos de que habían sido brutalmente torturados.

Los padres salieron a protestar y mucha más gente comenzó a sumarse. Ya el 15 de marzo, el apoyo se había convertido en un movimiento que alcanzaba a una gran cantidad de ciudades en Siria y la gente salió a protestar por la tortura de los jóvenes y mucho más, en lo que se conoció como “día de la furia”. Las fuerzas policiales reprimieron las protestas y mataron a varios manifestantes, haciendo que muchas más personas salieran a las calles.

Por todo ello, el acto de izar la bandera oficial siria con la entrada del ejército y sus aliados en Daraa es más que significativo para Bashar al Assad, que estuvo tan cerca de correr la misma suerte que Mubarak, Gadaffi y otros y ahora celebra el triunfo.

El informe de la agencia oficial SANA sobre el hecho finaliza diciendo: “Con la llegada del Ejército sirio al área de Daraa al-Balad, otro capítulo de crímenes terroristas llega a su fin. Durante más de siete años, los barrios seguros de la ciudad de Daraa fueron bombardeados con miles de proyectiles, cobrando la vida de muchos ciudadanos inocentes e hiriendo a muchos otros”.