El 62 por ciento de los habitantes judíos en Israel tiene miedo de que la comunidad árabe en el Estado protagonice una revuelta social, según el resultado preliminar de  un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Haifa.
El mismo informe destacó que el 64 por ciento de los consultados evita ingresar en los barrios árabes construidos en territorio israelí.
Las estadísticas completas serán difundidas la próxima semana durante el seminario de la Responsabilidad Social organizado en la Universidad de Haifa, informaron en un comunicado las autoridades de esa casa de altos estudios.
El documento realizado por el profesor Sami Smooha, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Premio Israel en el campo de la Sociología, resaltó que la mitad de la población judía y árabe creen que la relación entre ambas comunidades no es buena y será todavía peor en el futuro.
Además, entre los árabes el 62 por ciento teme ser expulsado del territorio y un 76 por ciento vive alerta a una acción violenta por parte del Estado.
"El índice deja al descubierto una profunda fisura entre árabes y judíos. Pero no existe una tendencia hacia el extremismo", expresó el profesor Smooha.
Para la investigación fueron entrevistados 699 ciudadanos judíos y 719 árabes.
Pese a la situación de potencial conflicto interno, un 86 por ciento de la población judía y un 75 por ciento de la árabe piensan que Israel es un país en el cual es agradable vivir. Además, el 58 por ciento de los ciudadanos musulmanes considera que Israel es una nación democrática.
Sin embargo, el porcentaje de árabes que está a favor de la violencia para conseguir sus objetivos subió de 9,5 por ciento a 10,8 por ciento entre 2006 y 2007.
Casi la mitad de la población judía (48,3 por ciento) siente que no puede confiar en los ciudadanos árabes, un 37 por ciento apoya que abandonen Israel y un tercio está a favor de revocarles el derecho del voto al Parlamento israelí.
GT