Hace un tiempo que las mujeres en el norte de Israel comenzaron a cumplir con una antigua costumbre que era muy común entre las judías del norte africano: tragarse un prepucio para quedar embarazada y tener hijos varones.
Según el diario israelí Maariv, los rabinos se oponen a este fenómeno, al que definen como preocupante, y se ven obligados a esconder los prepucios de los bebés tras las ceremonias de circuncisión que practican.

“En casi el 60% de las circuncisiones que practiqué, me pidieron el prepucio. Lamentablemente se trata de una costumbre despreciable que va ganando popularidad”, djio al periódico un mohel (rabino que cuenta con la autorización para practicar la circuncisión) de la localidad de Safed, Dorón Levi.
En una de las ceremonias de circuncisión que se hizo en una localidad cercana a Safed, el mohel cortó el prepucio de un bebé recién nacido, de acuerdo con la costumbre judía. Pero apenas dejó el bisturí sobre la mesa, se le acercó una mujer corriendo, se tragó el prepucio y se escapó del lugar.
De hecho, tragar el prepucio constituye una vieja costumbre que se practicaba hasta hace algunas décadas en las comunidades judías del norte de África, que consideraban que servía para lograr el embarazo y para traer hijos varones al mundo.

El mohel Leví cuenta que, por lo visto, desde hace un tiempo se echó a correr el rumor de la existencia de esta costumbre en toda Galilea y desde entonces los ánimos están muy caldeados.
“Desde hace un tiempo parece que existe mucha presión sobre aquellas mujeres que no logran quedar embarazadas para que se traguen un prepucio”, cuenta Levi.

En uno de estos casos, la madre de una de estas mujeres escondió un prepucio en una torta para que su hija quede finalmente embarazada. “Esto, a pesar de que la ley judía prohíbe esta práctica en forma expresa”, agregó.
El rabino Levi se vio obligado a esconder los prepucios y llevárselos o dárselos a los padres ante el temor de que alguien se los robe durante las ceremonias de circuncisión que practica.

“Hace unos meses corté un prepucio en una ceremonia de circuncisión y no alcancé a darme vuelta cuando me lo robaron. Las mujeres que no logran quedar embarazadas empiezan a creer en estas cosas y por lo visto alguna habrá quedado embarazada poco tiempo después de tragarse un prepucio, y ahora todos creen en este disparate”, remarcó.

JL-HDB