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Cultura

Desde el próximo viernes, el mundo judío celebrará Rosh Hashaná, el Año Nuevo 5784

Rosh Hashaná integra, con Iom Kipur (Día del Perdón), los Iamim Noraím, “días terribles” por la seriedad y rigor del Juicio Divino.

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Agencia AJN.- Con la salida de las tres primeras estrellas del próximo viernes 15 de septiembre, el mundo judío celebrará Rosh Hashaná, el comienzo del año 5784

En esta fecha se recuerda la aparición del primer hombre, Adán, en el sexto día de la Creación.

También es Iom Hadín (Día del Juicio), durante el cual D’s evalúa a todas Sus criaturas, si bien Su veredicto recién se rubrica con la culminación de Iom Kipur (Día del Perdón).

Por ello, el arrepentimiento por los pecados y malas acciones o decisiones son una constante desde este mes, elul, cuando se comienza el Jeshbón Hanéfesh (balance espiritual) y se recitan las Slijot (disculpas).

Además, como en todo año nuevo, se expresan plegarias y deseos para un 5784 mejor y se saluda de diversas formas, pero con el mismo fin: “¡Shaná tová!” (Buen año), “¡Shaná tová umetuká!” (Un año bueno y dulce) o “¡Leshaná tová tikatevu vetejatemu!” (Por un buen año, en el que seamos inscriptos y rubricados -en el Libro de la Vida y otras bendiciones-), entre otros.

Esta festividad también se denomina “Iom Truá”, el día del toque del shofar (tradicional cuerno de carnero) durante el servicio religioso, y los 29 días previos, que es un llamado a la humildad, la reflexión y el arrepentimiento.

Otra costumbre es la familiar cena festiva, que incluye el encendido de las velas de Iom Tov (festividad), previo al comienzo de Rosh Hashaná, y símbolos culinarios como la jalá agulá (pan trenzado redondo, como el ciclo anual), la cabeza de pescado (literalmente, “Rosh” significa cabeza; entre los sefaradíes se suele usar cordero y pedir “estar a la cabeza y no a la cola”), manzana con miel y tortas (por un año dulce).

El pescado también se come en forma de guefilte fish, con zanahoria (en ídish se dice “mern”, aumentar, y remite a un deseo de multiplicación).

Las familias sefaradíes agregan dátiles, acelga y/o puerro, para espantar a los enemigos; zapallo, para anular malos designios; y porotos o granadas, para que se multipliquen los méritos.

Por el contrario, hay que abstenerse de las comidas agrias o amargas.

En la tarde del primer día (este año, el viernes) se acostumbra ir a una fuente de agua natural -lago, río o mar- para realizar el Tashlij, que simboliza el deshacerse de todos los pecados.

Rosh Hashaná integra, con Iom Kipur (Día del Perdón), los Iamim Noraím, “días terribles” por la seriedad y rigor del Juicio Divino, y los 10 días que van entre uno y otro son los Aséret Ieméi Teshuvá (Diez días de arrepentimiento).

Cultura

Se conmemoran 85 años de «La noche de los cristales rotos», el mayor pogrom de la historia

Agencia AJN.- A un mes de la masacre de Hamás que terminó con la vida de 1.400 israelíes, el mundo judío recuerda la noche en la que más de mil sinagogas fueron quemadas por el nazismo.

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Agencia AJN.- En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 se perpetró la Kristallnatch (La noche de los cristales rotos), el mayor pogrom de la historia, en manos de la Alemania nazi.

En aquella fatídica noche, se destruyeron y lincharon negocios y establecimientos de propiedad judía, así como sinagogas, por parte de las fuerzas de seguridad del nazismo y la población civil.

Presentado por los responsables nazis como una reacción espontánea de la población tras el asesinato, el 7 de noviembre de 1938, de Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París por un judío polaco de origen alemán, Herschel Grynszpan, los ataques fueron cometidos por miembros de la Sturmabteilung (SA), la Schutzstaffel (SS) y las Juventudes Hitlerianas, apoyadas por el Sicherheitsdienst (SD), la Gestapo y otras fuerzas de la policía.

Estos pogroms fueron dirigidos contra los ciudadanos judíos y sus propiedades, así como también contra las sinagogas de todo el país. Los ataques dejaron las calles cubiertas de vidrios rotos pertenecientes a los escaparates de las tiendas y a las ventanas de los edificios de propiedad judía, lo que le da el nombre al episodio.

Al menos 91 ciudadanos judíos fueron asesinados durante los ataques y otros 30.000 fueron detenidos y posteriormente deportados en masa​ a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau. Las casas de la población judía, así como sus hospitales y sus escuelas, fueron saqueadas y destruidas por los atacantes. ​Más de 1000 sinagogas fueron quemadas —95 solo en Viena— y más de 7000 tiendas de propiedad de judíos fueron destruidas o seriamente dañadas.

La Kristallnacht fue seguida por una persistente persecución política y económica a la población judía, y es considerada por los historiadores como parte de la política racial en la Alemania nazi y el paso previo del inicio de la Solución Final y del Holocausto.

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Cultura

Efemérides. Un día como hoy la Iglesia Católica publica la «Declaración Nostra Aetate»

Agencia AJN.- El 28 de octubre de 1965 la Iglesia católica publicó la «Declaración Nostra Aetate» y eximió por primera vez a los judíos de «Deicidio» (muerte de Jesús), en el marco del Concilio Vaticano II. Esta serie de documentos fue aprobada por 2.221 votos contra 88. Se considera que estableció bases nuevas en las relaciones de los católicos con los judíos, los musulmanes, los budistas, los hindúes y demás creyentes de otras religiones no cristianas.

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Agencia AJN.- El 28 de octubre de 1965 la Iglesia católica publicó la «Declaración Nostra Aetate» y eximió por primera vez a los judíos de «Deicidio» (muerte de Jesús), en el marco del Concilio Vaticano II. Esta serie de documentos fue aprobada por 2.221 votos contra 88. Se considera que estableció bases nuevas en las relaciones de los católicos con los judíos, los musulmanes, los budistas, los hindúes y demás creyentes de otras religiones no cristianas.

El documento comienza afirmando la raíz común del cristianismo y el judaísmo («el pueblo del Nuevo Testamento está espiritualmente unido con la raza de Abraham») y a continuación pone fin al antijudaísmo cristiano cuando afirma que la elección de Israel por Dios no ha caducado («los judíos son todavía muy amados por Dios a causa de sus padres, porque Dios no se arrepiente de sus dones y de su vocación»), por lo que rechaza que los judíos sean señalados «como réprobos y malditos».

A su vez refuta la acusación de deicidio contra los judíos, base fundamental del antijudaísmo cristiano, al afirmar que la muerte de Jesús «no puede ser imputada ni indistintamente a todos los judíos que entonces vivían, ni a los judíos de hoy [… dado que] Cristo, como siempre lo ha profesado y profesa la Iglesia, abrazó voluntariamente y movido por inmensa caridad, su pasión y muerte».

Consecuentemente, la Declaración Nostra Aetate involucra ya a partir de 1965 una actitud completamente innovadora por parte de la Iglesia: “Como es tan grande el patrimonio espiritual común a cristianos y judíos, este Sagrado Concilio quiere fomentar y recomendar el mutuo conocimiento y aprecio entre ellos, que se consigue sobre todo por medio de los estudios bíblicos y teológicos y con el diálogo fraterno.”

Desde su promulgación por Pablo VI, Nostra Aetate ha servido de guía a las relaciones de la Iglesia católica con las religiones no cristianas, y sobre todo para el acercamiento entre el cristianismo y el judaísmo. El papa Juan Pablo II profundizó aún más en la relación de la Iglesia para con el judaísmo a través de su visita al campo de exterminio de Auschwitz en 1979, al que calificó de «nuevo Gólgota del mundo contemporáneo»; asistió además a la sinagoga de Roma en 1986; se establecieron relaciones diplomáticas con Israel y se emitió una petición pública de perdón por la intolerancia sostenida en nombre de Cristo.

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