El cura Guillermo Marcó, cofundador del Instituto para el Diálogo Interreligioso, afirmó que fue "más que acertada" la decisión de relevar de su cargo como director del seminario de la Sociedad de San Pío X, en la provincia de Buenos Aires, al obispo Richard Williamson por haber negado el Holocausto, aunque sostuvo que la medida se demoró.
"Todos se demoraron. Quizás no tomaron conciencia de la repercusión que tuvo a nivel mundial y la gravedad de los dichos" sostuvo Marcó en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
El religioso indicó que la declaración que niega el Holocausto "no fue un error de una vez, son opiniones por lo visto sostenidas, porque hace poco lo volvió a reiterar".
Marcó, director del servicio de Pastoral Universitaria del Arzobispado de Buenos Aires, expresó que "un obispo no puede ser negacionista (sic), está yendo en contra de un tema que tiene una consecuencia muy terrible para mucha gente, para la memoria colectiva de la humanidad"
"Este hombre era un obispo que no había sido ordenado por la autoridad de la Santa Sede, sino simplemente ordenado por la elección del Lefevre. Entonces ahora lo que hace la Santa Sede es reconocer la validez de esa ordenación. Está por verse después qué función tiene, ahora la que tenía se la quitan, por lo tanto me parece una decisión más acertada", explicó el presbítero.
Marcó sostuvo que "el Papa ha declarado más que contundentemente cuál es la posición de la Santa Sede frente al Holocausto" y "le pidieron a él (por Williamson) una retractación públicamente, si él no la da es un problema de él, pero el Papa no puede hacer más".
Además, el cura expresó que "la comunidad judía tiene que tomar conciencia de quién es el Papa porque a veces se corre el riesgo como de pedirle a Israel cosas que por ahí no están dispuesto hacer".
"El Papa es el Papa, es el jefe de millones de católicos y por lo tanto hay que tener respeto por sus decisiones que los católicos acatamos. El Papa ya se ha pronunciado, ha dejado muy clara cuál es la posición sentada que es coincidente con lo que piensa el mundo judío sobre el Holocausto. No hay mucho más que pedir", señaló Marcó, quien comentó que no existe un antecedente de este tipo.
El cura sostuvo que "lo que piensa la Iglesia es lo que el Papa define, lo que definen los concilios. Cuando una persona asilada hace declaraciones y, mucho más, cuando era un señor cuyo episcopado ni siquiera estaba ordenado legítimamente, me escandaliza lo que él pueda llegar a pensar como persona, pero yo no lo considero un miembro del episcopado, de hecho todavía no lo es plenamente".
Además, insistió en que Williamson "no representa el pensamiento de la Iglesia ni mucho menos" y que la forma de sancionar es que "le pida que se retracte públicamente, más sanción que esa no hay", medida que ya fue tomada por el Sumo Pontífice y el obispo no acató.
Marcó comentó que, en lo que respecta a lo externo de la Iglesia, el obispo "se atiene a la ley civil como cualquier hijo de vecino. Si acá el INADI considera que es un delito sus declaraciones, debería hacerle un proceso, es un tema de la justicia civil no de la justicia eclesiástica".
"A veces se pide más de lo que se puede. La Iglesia no se rige por opiniones personales, se rige por lo que piensa la Santa Sede y por lo que está escrito en los documentos. Nadie puede ir en contra de los judíos, del amor, de los mandamientos de ciertas cosas que están establecidas, porque son así. Esos son pecados, que tienen su contrapartida delante de Dios y existen penas para ciertos pecados que son públicos, que son penas canónicas", explicó.
Y prosiguió: "Él (por Williamson) tenía una muy severa que era la excomunión. La excomunión se le levanta por un tema interno de la Iglesia. La Iglesia dice ‘yo no tenía conciencia de las declaraciones de este hombre, es grave lo que dice’, y la misma autoridad máxima de la Iglesia le sale a pedir que se retracte. El no lo hace y por lo tanto se lo retira del cargo. Más que eso no se puede hacer".
JR-GB