Agencia AJN.- Para demostrar que los judíos entienden la ironía británica, el ex embajador israelí en Gran Bretaña y ante la ONU, Ron Prosor, escribió un mordaz artículo de opinión sobre el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, en The Telegraph.

Prosor sugirió que por su odio a Israel y su voluntad de cumplir las órdenes de los terroristas y dictadores del mundo, Corbyn sería perfectamente apto para trabajar en la ONU.

Señalando que el Partido Laborista liderado por Corbyn finalmente adoptó la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), pero solo después de añadir la advertencia de que no excluye «la libertad de expresión en Israel y los derechos de los palestinos», Prosor escribió el domingo que esta advertencia «permitirá que el partido continúe brindando cobertura a los antisemitas en lugar de proteger a los judíos».

«Si Corbyn fuera juzgado según los términos de la definición de IHRA, sería difícil justificar su presencia como miembro del partido, y mucho menos su liderazgo», continuó Prosor.

«Puedo decir con seguridad que Corbyn tiene todas las cualidades necesarias para una carrera exitosa en la ONU», dijo Prosor.

«Se enfrenta a acusaciones de antisemitismo, odia a Israel y está feliz de cumplir las órdenes de algunos de los peores dictadores y grupos terroristas. ¡Encajaría bien! Puede que no sea la mejor persona para escribir sus discursos, pero estoy seguro de que alguien podría presentarlo a los embajadores sirio o iraní allí, si es que aún no los conoce. Tristemente, el líder laborista es mucho más representativo de la ONU en su peor momento que Gran Bretaña en su mejor momento», expresó.

En un discurso de 2013, Corbyn dijo que los sionistas «no entienden la ironía inglesa» y en 2010 acusó a Prosor de escribir los discursos de los parlamentarios británicos después del incidente de la flotilla Mavi Marmara.

Prosor escribió que durante su mandato como embajador en el Reino Unido de 2007 a 2011, «la extrema izquierda había comenzado a dominar el debate sobre Israel, no con críticas racionales legítimas, sino con odio racista irracional”. “Vi el veneno antisemita, tropos de ‘control sionista’, que se inyecta desde los márgenes políticos en las arterias de la vida pública británica. Las manifestaciones fuera de mi embajada se volvieron violentas».

Asimismo, Prosor dijo que Corbyn no era ni el más carismático ni el más inteligente de los políticos que asistieron a reuniones antiisraelíes en ese momento, «pero sin dudas era uno de los más comprometidos, como lo fue su director de Estrategia, Seamus Milne».

Corbyn, según Prosor, «no puede resolver el problema del antisemitismo laborista porque lo encarna».

Además, llamó al líder del Partido Laborista un «simpatizante del terrorismo con igualdad de oportunidades» y dijo que sea el que sea el grupo terrorista -ya sea la OLP, Hezbollah o Hamás- podían contar con el apoyo de Corbyn siempre que su objetivo fuera israelíes o judíos.

«Corbyn no inventó la política disparatada de la teoría de la conspiración y el odio a los judíos. Pero la ha sacado de las reuniones marginales de la extrema izquierda y la colocó en los bancos de la Cámara de los Comunes», escribió Prosor.

Y Concluyó: «Esto no es solo un problema para el Partido Laborista, o para una comunidad judía británica que se siente amenazada y vulnerable. Corbyn es una vergüenza para Gran Bretaña. En todo el mundo, todos los que, como yo, amamos y admiramos a Gran Bretaña, estamos observando y esperando que el público británico, famoso por su decencia, tolerancia y sentido del juego limpio, se una y diga que ya es suficiente».