Israel es “culpable” de la escalada de violencia vivida en los últimos días en la Franja de Gaza, aseguró el presidente egipcio, Hosni Mubarak.
El mandatario, que realiza una visita a Polonia, declaró a la prensa local que pese a la retirada unilateral de los militares israelíes, el territorio palestino sigue siendo “ocupado” por el gobierno de Ehud Olmert.
Mubarak dijo que las acciones bélicas emprendidas en Gaza, como también el bloqueo de las fronteras y la construcción de asentamientos en la región oriental de Jerusalem imposibilitan las negociaciones abiertas luego de la cumbre de Annapolis, en noviembre último.
Consultado acerca de la relación diplomática entre los países árabes e Israel, Mubarak señaló que la normalización depende "directamente" del avance del proceso político y de la "ruptura de la brecha" para lograr la paz.
Las declaraciones del presidente egipcio se conocieron un día después de que un diario árabe, editado en Londres, reveló que el gobierno de El Cairo tiene un plan de "calma" para Medio Oriente que "aspira" conseguir una "tranquilidad" en la zona, solucionar los problemas internos palestinos y reanudar las negociaciones de paz entre ambas partes.Además contempla el cese de los disparos de misiles Kassam que la organización Hamas realiza a la región sur israelí.
La Franja de Gaza vivió un fin de semana de tregua merced a la posibilidad de que las autoridades egipcios medien entre Israel y Hamas.
El gobierno israelí suspendió los ataques aéreos durante el fin de semana, mientras que el movimiento palestino disminuyó el lanzamiento de misiles.
El marco de calma que vivió la región contrastó con el atentado terrorista cometido el jueves en una escuela de Jerusalem, donde un miliciano asesinó a ocho estudiantes y causó heridas a otros 35.
Antes de eso, diferentes ofensivas militares israelíes habían provocado la muerte de al menos 130 palestinos en Gaza.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, había impuesto la condición de un cese del fuego para continuar las negociaciones de paz iniciadas en Annapolis.
Sin embargo, Israel, con el aval de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, se negó a este pedido y, finalmente, acordaron proseguir con las conversaciones.
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