Esta noche (miércoles) el Presidente Peres inicia la ronda de consultas con todas las bancadas parlamentarias, para determinar qué miembro de la futura Kneset, (parlamento) tiene más posibilidades de conformar una coalición de gobierno.

Los primeros en reunirse con el Presidente Peres, serán los dos partidos más votados: Kadima (28 diputados)  y Likud (27).  Mañana jueves, proseguirán las consultas presidenciales con el resto de las agrupaciones políticas que integrarán el 18º parlamento israelí.  El presidente Shimón Peres, espera que al mediodía del viernes o a más tardar el próximo domingo, podrá anunciar a que diputado le encomienda la tarea de formar nuevo gobierno. El elegido dispondrá de 30 días, prorrogable por otros 12 días más, para cumplir con en esta nada fácil cometido.

El Presidente Peres enfrenta un emprendimiento intrincado: el Partido Kadima encabezado por la canciller Tzipi Livni obtuvo el mayor número de bancas parlamentarias (28 diputados), pero estos son los únicos que apoyan abiertamente su nominación como futura jefa de gobierno. Esto se debe que los otros dos partidos de centro-izquierda Avodá y Meretz -los aliados naturales de Kadima- que penosamente se están encaminando a los escaños de la oposición, ya informaron ante el presidente no piensan recomendar ningún candidato, para que forme gobierno.

Por el otro lado, el partido Likud de Benjamín Netanyahu concurre a la consulta presidencial con una bancada de 27 miembros, pero con por lo menos 45 diputados derechistas que apoyan a Netanyahu como futuro primer ministro de Israel. Se trata de las bancadas del partido religioso sefardí Shas, el partido nacionalista Unión Nacional y el partido religioso tradicionalista nacional "Hogar Judío" (ex-Mafdal). 

Hasta anoche, Netanyahu en persona procuraba convencer también al partido religioso ortodoxo "Judaísmo Bíblico" para que se sumen a los que apoyan que el Likud encabece el futuro gobierno israelí.

Hasta hoy tanto Tzipi Livni (Kadima) como Bibi Netanyahu (Likud) en sus múltiples apariciones en público persistían en proclamar la falacia política de cada uno de ellos es el triunfador de la reciente consulta electoral israelí y que por ende, pretenden que el Presidente Peres les encomiendo intentar conformar la nueva coalición de gobierno.  

Se trata de una "falacia", porque esta matemática electoral tendría lugar en una elección personal, entonces Tzipi Livni seria proclamada jefa de gobierno, pero en Israel la elección es partidaria proporcional y en teoría cada uno de los 120 miembros del parlamento en su portafolio tiene la "banda" de Jefe de Gobierno.  De todos modos si por un casual, el Presidente Peres llegara designar a Tzipi Livni, ella no tiene ninguna chance de formar gobierno y se anotaría el record de ser la primera política israelí que en contados meses fracasó dos veces en sus intentos de componer una coalición gobernante.

En el otro costal, Bibi Netanyahu también maneja una ficción electoral cuando proclama que "la mayoría de los votantes apoya que el forme gobierno", en los hechos el partido Netanyahu -Likud- recibió votos suficientes para 27 diputados, los restantes votos que Netanyahu proclama como suyos, fueron a otras agrupaciones derechistas, que  tal vez "simpatizan mas con Netanyahu frente a otros candidatos"  pero con supuestas simpatiza no se arman gobiernos. Y a titulo de ejemplo, el derechista Liberman -que con sus 15 electos, ya se asumió como fiel de la balanza política israelí actual- en materia de derechos civiles y de familia reclama instaurar en Israel el matrimonio civil y propender a la separación entre el Estado y la Religión, con lo cual tiene mas idioma en común con Tzipi Livni y la izquierda israelí que con Netanyahu y los partidos derechistas radicales menores que prefieren compartir el gobierno con el Likud.

Aquí entra en juego las consideraciones y razonamientos del "veterano de la tribu" el Presidente Shimón Peres que puede formular varias propuestas de solución para este intrincado laberinto político israelí.  Tendrán que barajar dos variantes relevantes, por un lado el número de bancas de cada uno de los partidos mayores que reflejan la voluntad de la mayoría de los votantes, y el segundo aspecto a tener en cuenta por el primer ciudadano de Israel, el mayor numero de legisladores que apoyan a uno de los aspirantes a la jefatura de gobierno.

La ley israelí no es clara ni terminante en este tema, por lo que los criterios personales y la vasta experiencia parlamentaria de mas de medio siglo de parlamentarismo del Presidente  Peres deberán asistirlo para interpretar el silencio de los partidos que no le den un nombre determinado para ocupar el sillón de primer ministro. 

Sólo así el veterano presidente de Israel podrá determinar quien de los dos -Tzipi Livni o Biniamin Netanyahu- aparentemente o razonablemente tiene más chances de formar gobierno.

De todos modos, en materia política en Israel todo es factible… por eso el prestigioso analista político del Canal TV2, Amnon Abramovich, arriesgan una solución creativa al afirmar: "Si esos dos, Tzipi y Bibi, no maduran sorpresivamente, entonces de tantas reformas del sistema electoral y de gobierno en Israel, barajadas en los últimos días, tal vez hay una remota pero tal vez formula salvadora, que justificaría -a raíz de la complicada situación creada- decretar una emergencia política y por consenso general que el Presidente hasta hoy figura emblemática y cuasi decorativa (en este caso Shimón Peres), asuma la jefatura del gobierno y lo conforme con el concurso de Tzipi Livni (Canciller), Bibi Netanyahu (Finanzas) y Ehud  Barak (Defensa)"…. hasta aquí la singular sugerencia de Amnon Abramovich, y por aquello de que la "necesidad agudiza el ingenio…" ; quien no les dice que tal vez sea la formula salvadora …