En un reportaje exclusivo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Bergman reclamó asumir plenamente “nuestra identidad latinoamericana” porque “no vamos a ser nunca norteamericanos ni europeos” y señaló que “un país rico como la Argentina con pobres es un país miserable, pero la miseria no es de la pobreza sino de la inequidad” que abarca “a lo privado, a lo social y al Estado”.
Para Bergman el Estado tiene los recursos suficientes “para darle de comer a todos y no lo hace”.
Para el rabino, la comunidad judía debe aportar a la solución de los problemas nacionales desde su propia escala de valores, y se debe integrar “la agenda de la comunidad judía a la de todos los argentinos”, revalorizar “una mirada judía sobre la realidad Argentina y una manera de contribuir desde la particularidad judía a los temas universales”.
Agregó que “también hay una idea estratégica de que nosotros nos quejamos todo el tiempo de cómo nos segregan y no nos hacemos cargo de cómo nos auto segregamos” y abogó para “tener una posición más proactiva de ir a la sociedad de la que participamos y explicar, enseñar y mostrar”.
Bergman expresó que el actual gobierno es legítimo y legal, aunque dijo que la elección como presidenta de la esposa del ex presidente no es compatible con “el espíritu constitucional” aunque formalmente se ajusta a derecho y estimó que “los ciudadanos votaron la estabilidad económica y no los principios”.
Para el religioso “hay una especie de conversación no sincerada culturalmente entre los argentinos, que dice que para funcionar necesitamos orden, mano dura y que alguien maneje en nombre de todos sin deliberación, sin conversar y sin consensuar”
“Ahora que el parlamento parla estamos todos maravillados en una especie de despertar tarde y mal de lo que debe hacerse temprano y bien” se quejó y reclamó que la mayoría está dispuesta a dar todo en el campo privado pero nada en el del bien común. “Lo público queda abandonado al imaginario colectivo y en la práctica, para el que no tiene nada que perder o llega ahí para robar”, definió Bergman.
Después afirmó que “el campo votó a este gobierno y no se equivocó, lo votó porque hizo bien las cuentas de su rentabilidad y dejó de lado las instituciones, los valores y la república. Pensaron ‘que lo haga otro al país, yo lo que hago ahora es cosechar’” y que ese tipo de razonamiento puede ser fatal “porque se demostró que sin instituciones, leyes y república tu cuenta corta de ganar mucho te puede hacer perder todo”.
Criticó luego a Venezuela y a su presidente, Hugo Chávez. “Venezuela es un eje muy claro en la paradoja de la demagogia y del totalitarismo, que en nombre del pobre Simón Bolívar y el socialismo utiliza un sistema de opresión basado en la caja del petróleo para mantener una concentración hegemónica de poder y de no habilitar un juego basado en la plena vigencia de las instituciones”, definió el rabino.
Al referirse a las instituciones de la comunidad judía, dijo que la actual conducción ortodoxa de la AMIA fue electa con el voto de 3.000 personas y que no representa a la mayoría de los judíos de Argentina, pero que tampoco lo pueden hacer otras organizaciones en materia política ya que “no existe un partido político judío y nadie puede hablar en representación de la comunidad judía en materia política”.

Respecto del atentado a la AMIA reconoció “la decisión política” de avanzar en hacer justicia sobre los responsables iraníes y alertó sobre las críticas de representantes de ese país sobre la justicia argentina “porque eso forma parte de otra estrategia que es hacer olvidar la conexión local” que fue encubierta por elementos de la SIDE y de otros organismos del estado.
 HJP