Agencia AJN.- El viernes por la tarde estallaron enfrentamientos violentos entre partidarios de Hamas y Fatah en el Monte del Templo, según un informe de N12.

Alborotadores colgaron una pancarta con una imagen del militante palestino Mohammed Deif, según el informe.

El martes, un joven palestino de Nablus ondeó una bandera de Fatah, a quien partidarios de Hamas rodearon y le arrojaron piedras, botellas de agua y zapatos, según N12.

El Monte del Templo permaneció cerrado para visitantes judíos hasta el final del mes de Ramadán, según decidió el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

La decisión se tomó a pesar de que la situación en el Monte del Templo permaneció relativamente tranquila y a pesar de la oposición del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir.

Cerrar el Monte del Templo a los visitantes judíos es un «grave error que no traerá tranquilidad» a la región, expresó.

«Solo puede agravar la situación», agregó el ministro.

«La falta de presencia judía en el Monte del Templo provocará automáticamente una disminución de la presencia policial en el Monte, lo que creará un terreno fértil para las llamadas de incitación al asesinato de judíos. Cuando el terror golpea, hay que responder con firmeza en lugar de sucumbir a sus caprichos», concluyó.

Según la Oficina del Primer Ministro, la decisión se tomó por recomendación unánime del ministro de Defensa, Yoav Gallant, el jefe del Estado Mayor de las IDF, Herzi Halevi, el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y el jefe de la Policía de Israel, Kobi Shabtai.

En total, 3.013 judíos visitaron el Monte del Templo durante los días intermedios de la Pascua judía de este año, sin incidentes inusuales ni violencia, lo que supone un aumento del 32% en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Desde 2013, el Monte del Templo estuvo cerrado a los visitantes judíos durante al menos seis de los últimos diez días del Ramadán (incluidos el viernes y el sábado, cuando el Monte está cerrado a los judíos todo el año).

Hace tres semanas, palestinos y policías se enfrentaron en Al Aqsa después de que decenas de palestinos se atrincheraran en la mezquita antes de la víspera de Pésaj.

La policía entró disparando granadas aturdidoras y tratando de desalojar a las personas. Palestinos que se encontraban en la mezquita dispararon fuegos artificiales y lanzaron piedras contra las fuerzas israelíes.

Pocas horas después se dispararon 10 cohetes desde la Franja de Gaza hacia el sur de Israel, más otros disparos de cohetes en los dos días siguientes desde Gaza y el Líbano.