Nota original: Amit Waldmann, para N12. Traducción del hebreo al español: Fernando Olschansky.

Agencia AJN.- «El sistema de salud en la Franja de Gaza está colapsado», informó la agencia de noticias AP. Los hospitales se llenaron en pocos días de heridos y muertos, los medicamentos vitales se están agotando rápidamente y también el combustible que proporciona electricidad.

Funcionarios del Ministerio de Salud palestinos dicen que desde que comenzaron los combates hace unos diez días, 230 personas fallecieron en la Franja de Gaza. Entre los muertos se encuentran dos de los más destacados médicos de ese territorio palestino, incluido uno definido como el número 2 en el grupo de trabajo de la lucha contra el coronavirus.

Israel anunció que durante la noche llevó a cabo ataques aéreos en Gaza y alcanzó una unidad de almacenamiento de armas en el hogar de un miembro de Hamás y la infraestructura militar en viviendas de otros altos funcionarios.

Los residentes de la Franja de Gaza, sin embargo, experimentaron el ataque de manera diferente. Amira Islam, de 14 años, que su casa fue alcanzada por un ataque militar israelí, dijo a Reuters: «Estábamos en el salón, el misil nos alcanzó, había mucho humo y no veíamos nada».

La operación militar acarrea para los residentes de Gaza además de los daños militares, la posibilidad de un rebrote de coronavirus en el enclave costero.

Cuando la Franja de Gaza comanzaba a salir de la segunda ola de Covid-19, el único laboratorio de pruebas para la detección del virus fue atacado en los últimos días y cerrado.

Los funcionarios de salud expresaron preocupación por la posibilidad de nuevos brotes entre las decenas de miles de residentes aglomerados en refugios improvisados.

En Gaza la población no cuenta con refugios antibombas, ni tampoco hay sirenas que avisan la inminencia de un ataque, por esto las escuelas gestionadas por la ONU se convierten en refugios, en una de ellas, en el norte de la Franja de Gaza, se refugiaron 1.400 personas.

Nawal al-Danaf y sus cinco hijos se instalaron en una aula con otras cinco familias. «La escuela es un lugar seguro en la guerra, pero cuando hablamos del coronavirus, con cinco familias en un mismo ambiente, aparece el peligro», dijo a la agencia AP.

«Nadie puede mantener distanciamiento social en estas condiciones de hacinamiento», agregó Nawal, tampoco todos cuentan con barbijos.

«La infraestructura de salud de la Franja de Gaza ya colapsó antes de la última guerra», dijo el portavoz de la UNRWA, Adnan Abu Hasna, una agencia de la ONU que brinda asistencia al 75 por ciento de los habitantes de Gaza, que son definidos como refugiados.

Los hospitales de la Franja de Gaza tratan a los 1.710 heridos, junto con las necesidades diarias de los dos millones de residentes que habitan el territorio.

La agencia de noticias AP informó que los bombardeos desplazaron a más de 56 mil habitantes de Gaza de sus hogares, huyendo a 59 escuelas dirigidas por la UNRWA.

La agencia de la ONU les proporciona agua y equipos básicos de higiene, incluidos barbijos. Las escuelas también tienen instaladas duchas, equipos electrógenos y sistemas de agua.

Según informes de Gaza, al menos 18 hospitales y clínicas resultaron dañados y casi la mitad de todos los medicamentos esenciales se agotaron.

Durante una apertura del cruce fronterizo con Egipto que se realizó con fines humanitarios, las organizaciones de ayuda ingresaron cinco camiones de combustible suficientes para operar varias instalaciones de ayuda durante varias semanas.

Mathias Schmale, director de la UNRWA en Gaza, señaló que se está cerca del colapso y que si la frontera no se abre los suministros comenzarán a agotarse.